| 𝐄𝐥 𝐒𝐨𝐧𝐢𝐝𝐨 𝐃𝐞 𝐋𝐚 𝐂𝐚𝐦𝐩𝐚𝐧𝐚 | 𝐉𝐨𝐡𝐧𝐥𝐨𝐜𝐤 | ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀ |

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Capítulo dedicado a yaremirn, Wahoo!

¿Quién quiere una dedicación para el siguiente capítulo?✨

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Capítulo Nueve:

-No estoy seguro de poder ser capaz de sentarme de nuevo -dijo Sherlock, haciendo una mueca mientras cruzaba su oficina sosteniendo una copa para Moriarty. 

Moriarty tomó un sorbo tentativo. - ¿No estabas en la cena de Magnussen anoche?.

Sherlock asintió con la cabeza con un gesto descuidado.

-No, yo no estaba. 

-Donnovan estaba allí. Ya sabes que ella aún no ha acordado la fusión todavía.    

-Voy a llamarla y concertar una reunión con ella la próxima semana -dijo Sherlock despreocupadamente. 

-Nunca he sabido de que perdieras una oportunidad como esta. Donovan, tiene una fortuna para invertir.

Sherlock no respondió, por lo que Moriarty decidió entrar en el meollo de la cuestión.   

-¿Has hablado con John acerca de su acuerdo de pago? -La mirada que Moriarty le dio a Sherlock fue tan directa que Sherlock sintió que su mente estaba siendo leída por el abogado, pues en todo el día solo había estado pensando en el menor.

-Yo me ocuparé de ello. No necesitas seguir preocupándote por ello. -Sherlock respondió rápidamente. 

-Dime una cosa, Sherlock...

-¿Qué?.

-¿Qué es él para ti?.

Sherlock se congeló un poco, las manos empezaron a cerrarse en puños a su lado.   

-No sé de qué estás hablando. 

-¡Sabes muy bien de lo que estoy hablando! - No puede ser... ¿tan obvio soy?, pensó Sherlock.

-No es algo que deba preocuparte, Moriarty.

El abogado suspiró y miró a su bebida.

-Tu comportamiento es tan extraño últimamente, nunca te había visto así Sherlock.

-Él es diferente -Sherlock murmuró, -No sé cómo explicarlo. -Sherlock supo que John era diferente del resto desde la noche en que lo había llevado a la fiesta de beneficencia. El chico había lucido increíblemente guapo, pero había sido incomodado por alguien en algún lugar de la multitud, como plata fina expuesta a los elementos ásperos. Había perdido su brillo. Al ver eso, Sherlock había sentido la necesidad de proteger a John de cualquier cosa que quisiera o pudiera hacerle daño, cualquier cosa que le pudiera robar la risa.  

Moriarty bajo su vaso. 

-No estoy aquí para juzgar, Sherlock. Estoy preocupado, tanto como tu abogado y como tu amigo. 

-No lo estés. Yo puedo manejar esto. 

-¿Estás seguro? -Moriarty preguntó, inclinándose un poco hacia delante, -que si la familia de John lo encuentra y lo obliga a irse. ¿Serás capaz de manejarlo, entonces?, Recuerda que así como llego puede irse, su familia debe estar buscándolo, no todos los días un joven de 19 años es dejado a su suerte en la calle.