Capítulo 10

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Narrador:

Yamaguchi cortó la llamada y guardo su teléfono con una sonrisa en su rostro.

Al fin, estaba comprendiendo un poco más lo que le pasaba a Tsukishima después de la pequeña "discusión" que tuvieron la vez pasada.

Soltó un largo suspiro.

— ¿Está todo bien Yamaguchi? —Preguntó Kageyama acercándose al chico.

— Si... Todo bien —Le entrego una sonrisa comprensiva—, tengo que ir a hablar con el entrenador y sensei, ahora vuelto

— Vamos contigo, no te dejaremos solo —Sonrió Hinata.

Y así, los tres volvieron al punto de encuentro y divisaron a los adultos conversando con algunos alumnos.

— Takeda-sensei —Lo llamo.

— ¿Qué pasa? —Lo volteo a ver con amabilidad.

— Hablé con Suki-chan... Dijo que se encontró con Tsukki e iba a quedarse con el este día —Terminó de contar al notar la sorpresa de todos los presentes.

— ¿Tsukishima está con Suki-chan...? —Hinata pregunto a lo bajo.

Antes de que el profesor preguntara, Yamaguchi le dijo lo sucedido al oído y pidió discreción ante lo dicho.

Una carcajada salió del profesor.

— Ahora entiendo —Sonrió—, no hay problema, hablaremos con el más tarde

— ¿Eh? —El entrenador Ukai, al igual que el resto, no entendía bien la situación.

Kuroo dió una media sonrisa. "Esos dos se llevarán muy bien de ahora en adelante" pensó.

En otra parte, ya un poco alejada de estos chicos. Tsukishima y Suki caminaban en silencio.

— ¿A dónde me llevas? —Preguntó.

— Iremos a visitar a mis abuelos a su tienda —Suki volteo a verlo con una sonrisa—, no los veo desde hace muchos meses

— ¿Qué tipo de tienda?

— Es una cafetería que es conocida por vender cosas dulces —Relató—, mis abuelos empezaron este emprendimiento hace más de veinte años, nunca me cansaré de escuchar su historia de amor y como hicieron el negocio —Volvió a sonreír.

Tsukishima no dijo nada más pero sin que Suki se diera cuenta, le sonrió con amabilidad.

Ver a Suki hablar con ilusión sobre algo que le gusta le resulta muy tierno al más alto, pero claramente, nunca lo admitirá frente a nadie.

— ¡Ahí es! Ven, vas a probar el mejor pastel de tu vida —Sonrió con ilusión tomando del brazo al más alto y arrastrarlo hasta llegar a su destino.

Cuando ya estaban parados frente a la tienda, la chica soltó el brazo de Tsukishima y ambos entraron con tranquilidad.

El local era amplio, en la derecha estaban unas cuantas mesas, a la izquierda había un mesón dónde se vendían cosas para tomar y al centro, un poco apartado de la entrada, un gran mesón dónde se veían algunos de los pasteles más vendidos junto con la caja registradora.

— Bonitos cuadros —Dijo Tsukishima mirando alrededor.

Algunos cuadros pintados a mano se veían colgando en los laterales del local.

— Los pinto mi abuelo —Sonrió ella—, es un gran artista

— ¿Suki? —Una señora baja de estatura y pelo canoso se dirigió hacia ellos—. Mi niña, si eres tú

Sonríe | Tsukishima Kei | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora