Sonríe | Tsukishima Kei |

Capítulo 32

Narrador:

Tsukishima y Suki se separaron con lentitud, sus ojos se toparon otra vez y en ellos se reflejaba solo una cosa.

Amor.

— ¿Ahora que? —preguntó la castaña con una sonrisa.

— ¿Te gustaría salir conmigo Chibi-chan?

— Acepto —no le dio tiempo a responder puesto que unió sus labios nuevamente.

Se separaron de inmediato debido a que habían abierto la puerta de la enfermería.

— Lo lamento jóvenes, pensé que el chico estaba solo —se disculpó el doctor.

— Esperaré a fuera —aviso y le dedicó una sonrisa.

Se soltaron de las manos, Suki salió de la enfermería y se encontró nuevamente con Akiteru, Shimizu y Yachi.

— ¿Que hicieron los dos allá adentro?~ —Caturreo el hermano mayor de los Tsukishima.

— Cosas —sonrió sin dar detalles.

— ¿No me dirás? ¡Soy tu futuro cuñado! Que cruel eres Suki —se ofendió.

— Akiteru-san y Tsukishima-san de verdad son muy distintos —Hitoka río leve.

— La herida de Kei no es tan grave, trate de curarla un poco antes de que llegara el Doc. Espero que pueda seguir jugando —avisó.

— Me estás cambiando el tema.

Estuvieron esperando unos cinco minutos aproximadamente, para que el doctor y Tsukishima salieran de la enfermería y le diera las indicaciones a la manager.

La herida del rubio no era grave, solo necesitaba ser limpiada y vendada, eso basto para que Kei volviera jugar.

Suki sonrió.

— de verdad le apasiona el voleibol —murmuró para sus adentros.

Kei y Shimizu volvieron lo antes posible a la cancha con el resto del equipo, mientras que los otros tres volvían a las gradas.

— ¿Tu novio está bien? —preguntó Haru al verla llegar.

Ella lo ignoro.

— Lo tomaré como un si —rió a lo bajo.

— El partido ha estado peleado pero con la llegada del chico que está con mi sobrina hará un cambio importante en el equipo.

— No los quiero. A ninguno de los dos —bufó.

— ¿Cuanto falta? —preguntó Akiteru.

— Tsukishima llego justo, Shiratorizawa tiene su ventaja 15-14. ¡Aún hay fe! —Exclamó Makoto.

En la cancha Tsukishima se acercó a sus entrenador con determinación.

— Tsukishima...

— El sangrado se detuvo, inmovilizaron la parte dislocada. Como era el meñique, no afectará a mi juego.

Tanto Ukai como Takeda estaban sorprendidos por la actitud del chico.

— Básicamente es eso —aclaró Shimizu.

Kei tomo posición al lado de Hinata en la banca.

— Hice algo de tiempo... pero la verdad, Yamaguchi consiguió más que yo.—hablo el número 10.

— Al menos eres sincero.

— Ganaremos. —lo miró—. Por Suki —sonrió.

— ¿Por Suki?