Ella siempre baila decente
de pasado al presente.
Ella sabe en su corazón
que no hay verano sin un adiós
ni meses del año sin un Dios.
Se mueve entre el viento y los mares
entre las ciudades y los árboles,
entre los planes para cambiar de rumbo
y las promesas para correr
por el mundo.
Para la mujer Septiembre
el verano nunca acabará
y el otoño tarda mucho en llegar.
Ella está hecha de memorias,
de desayunos infinitos por las mañanas,
de poesía en voces recitadas,
ella es cada noche en una fogata,
pero también cada gota de lluvia
que entra por la ventana.
La mujer Septiembre trabaja duro
pero también va hacia las fiestas
siempre en los fines de semanas,
un retorno al oficio
y,a la vez, una palmadita al futuro.
La mujer Septiembre
siempre abraza a quien está triste,
otras veces se pelea con enero
por sus falsos aciertos,
ella se tropieza en los pasillos del calendario,
pero con un poco de esfuerzo,
puede deborarse al mundo entero.
Aparece por sorpresa algunas veces,
ella sabe darte lo que tú mereces,
un trozo de pastel que tú tanto quieres,
Ella es un hola y un hasta luego,
un presente y un futuro,
un te odio y un te amo
y, al fin de cuentas,
todos terminamos necesitándola.
Ella es septiembre
para jamás olvidarla.
