⋰ ⌑ Capítulo 21 ⌑ ⋱

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La limusina se detuvo frente aquella alfombra. Las personas a su alrededor gritaban eufóricas, si no fuese por la Guardia Real, ya habrían roto el vehículo.

Un guardia se acercó a su puerta y la abrió. Se aproximó al exterior con elegancia, movimientos refinados y dignos de un Rey, como él.

Tocó suelo y se dirigió a la alfombra roja, obviando aquellos estallidos de luz por las cámaras y los gritos ensordecedores a sus lados, ya estaba acostumbrado.

Llegó a la gran puerta, que le fue abierta por una mujer, a la cuál le propició una reverencia de agradecimiento, luego se adentro al lugar. Este estaba lleno, también de entrevistadores y fotógrafos, quienes captaban cada moviendo que daba. Subió unas escaleras que lo llevaron a una estructura, levantada sobre el suelo, donde se colocó frente al pedestal con un micrófono encima.

Y ahí fue donde todo comenzó.

— Buenas tardes, aquí el Rey del Reino de Corea. — Todos los presentes se levantaron e hicieron una reverencia — El día de hoy, como hace aproximadamente un mes o dos había informado, anunciaré quién es el Rey, con el que me comprometí hace tan solo unos días. — Se escucharon exclamaciones en forma de suspiros y gritos ahogados, las personas estaban atónitas — Debo aclarar que ésta es la misma persona que salvé en la batalla que fue realizada hace, también, varios meses. Por favor, reciban a Jeon Jungkook. — Y se movió un poco del micrófono para observar como su pareja, vestido formalmente y sin todos los tapados que anteriormente poseía, se adentraba por una puerta.

Las personas aplaudieron, pero sonaba tan mecánico que Taehyung desvío su mirada a ellos, dándose cuenta de que sus ojos y bocas estaban abiertos como platos, incluso la de los que grababan para noticieros del Reino.

— El es Jeon Jungkook, mi, ahora, comprometido, y futuro marido. — Dejó un espacio frente a él e hizo señas a su pareja para que se acercase. Con un nerviosismo que no lo caracterizaba, el pelinegro se acercó.

— Buenas tardes, aquí Jeon Jungkook. — Todos volvieron a aplaudir, pero, si era posible, más anonadados que antes.

El mayor se alejó del micrófono, haciendo que Taehyung ocupara ese lugar.

— Bien, ¿Preguntas? — En menos de un parpadear, todos las manos, e incluso sin contarlas podía estar seguro de que eran todas, se levantaron. Apuntó a una chica, quien se levantó.

— ¿Hace cuánto se conocen? — Inquirió.

— Hace ya un año, casi exacto. — Informó — Siguiente. — Y varias manos volvieron a alzarse.

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Varias horas más tarde, horas en las que Jungkook tuvo que estar parado, prácticamente como una estatua, deformando su columna por lo tenso que estaba, volvieron al palacio.

Todos estaban sumamente cansados, así que el pelinegro no se quería quejar, sabía que personas como Yoonki o Nari estarían mucho peor que él, por haber tenido que lidiar con el repentino pedido de su comprometido.

—…ugnkook…Jungkook…oye, cha-gí — El nombrado se movió un poco y observó el rostro de la persona que le llamaba — No estabas durmiendo, pero no me escuchabas. — Su pareja frunció el ceño.

— Perdón, estaba pensando en cosas. — Se acomodó un poco en su asiento, para luego percatarse de que ya habían llegado a su destino, por lo que bajo del vehículo.

— Oye, ven…vamos a otro lugar antes de entrar. — Tomó suavemente a Jungkook del brazo, luego entrelazó sus manos y lo jaló con delicadeza.

— La última vez que me llevaste a "otro lugar" — Hizo comillas con sus dedos — Me terminaste proponiendo matrimonio. — Taehyung río.

— Lo sé, pero está vez es solo para relajarnos, lo prometo. — Alzó su dedo meñique en lo alto, después lo bajó y siguió con su camino.

A medida que avanzaban, el formato del suelo, el aroma, los sonidos, todo se le hacía muy conocido al pelinegro, como si ya hubiese estado allí antes.

— No creo que sepas muy bien cuál es este lugar, pero es muy especial. — Le informó su marido.

— ¿Ah, sí? La verdad es que si siento haber estado aquí, pero a la vez no, porque no recuerdo esta vista. — Frunció un poco el ceño mientras el castaño lo seguía acercando al pequeño acantilado que daba una vista espléndida al mar.

— Aquí te pedí compromiso. — Soltó, para que luego se formace una tierna sonrisa en sus labios.

Jungkook abrió sus ojos y se giró hacia Taehyung, y al verlo sonrió. Cierto era que podía recordar muchas cosas, pero excepto cómo se veía el lugar, siendo que su majestad lo había llevado cuando todo estaba muy oscuro.

El castaño se sentó en el suelo, aún con el agarre en la mano del contrario.

— Oye, no te sientes ahí, te ensuciarás. — Lo jaloneo un poco, pero el menor ni se inmutó.

— Me da igual, es más bonito al estar sentados. Es más relajante. — Terminó de decir para así ser él el que tire del agarre, provocando que Jungkook se sentase.

— Tenías razón. — Le dijo mientras observaba las olas del mar romper y crear una débil espuma. Taehyung hizo un sonido de afirmación.

El castaño apoyó su cabeza en el hombro del mayor, sintiendo más aún su calidez. Sonrió pensando lo tierna que se vería ese imagen de ellos dos sentados en el suelo, observando el mar, con las manos entrelazadas y su cabeza descansado en el hombro de su marido.

— Jungkook-ie… — Murmuró.

— ¿Si? —

— No te haces una idea de cuánto te amo. — Sonrió al sentir como el mayor apretaba un poco su mano. Este mismo sintió sus mejillas tintarse de un débil color carmín.

— No, no me hago una idea, como tú tampoco lo haces. Tú tampoco te haces una idea de cuánto te amo. — Acarició con su pulgar el dorso de la mano contraria.

— Te conoce todo el Reino de Corea, — Cambió repentinamente de tema — Eres Rey, Jeon Jungkook, Rey. —

— Y-yo…supongo que sí, si lo soy… — Esas palabras lo tensaron un poco, pero prefirió no demostrarlo.

— No sientas miedo, ¿Si? Se que no seremos una pareja normal, lo sé, se que todo será sumamente difícil, pero prometo nunca alejarme de ti, ¿Bien? — Apretó el agarre y se apegó aún más, si eso era posible, al cuerpo del pelinegro — Mientras nos tengamos, mientras nos protejamos el uno al otro, nada ni nadie podrá hacernos daño. — Se alejó del hombro de su marido para observarlo.

Sus ojos se encontraban acuosos, apunto de rebalsar. Jungkook dirigió su vista a esos orbes color café que tanto lo cautivaban, que, poco a poco, al igual que los suyos, se llenaban de lágrimas.

Parecía que el tiempo se había detenido, que las olas de mar había dejado de llegar y que los pájaros habían parado de cantar, así, de esta manera, solo ellos existían.

Taehyung no aguantó más y se derribó sobre Jungkook, quien lo recibió atrapándolo entre sus brazos.

Es como si tus abrazos fuesen mi gran hogar.

~ Fin ~



















[Capítulo sin revisión]

Atte ; {℘;℘}

⋰ ⌑ Actualmente El Rey ⌑ ⋱ ; Taekook~Onde as histórias ganham vida. Descobre agora