⋰ ⌑ Capítulo 3 ⌑ ⋱

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【1/3】

No podía dormir, como en muchas noches en las que simplemente se sentaba en su escritorio, cual era el único lugar en el que se reflejaba la luz de la luna. Ésta misma atravesaba una ventana ubicada en la habitación.

Se sentaba allí y usaba su celular por horas, hasta sentir un fuerte cansancio.

Mientras observaba algunas imágenes de paisajes en una red social, un repentino destello brillante le llamó la atención. Despegó su vista del artefacto para observar el objeto que brillaba por la luz. Lo tomó entre sus dedos y se dio cuenta de que era un jade, le había costado bastante dinero comprar esa piedrita que colgaba como dije de un collar.

Jungkook era un amante de aquella piedra, le parecía grandiosa. Lo que le gustaba es que tenía el color de la esperanza, por eso, en su infancia, le regalaban muchas de estas.

El castaño tuvo cáncer en su niñez. Le fue difícil, pero gracias al apoyo de su madre, su hermana y la cantidad de doctores que le ayudaron, pudo salir adelante y lo superó.

Por esta razón le encantaba el festival del jade.

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Un sonoro ruido lo hizo caer de la silla. Se había quedado dormido apreciando el jade y recordando su pasado.

Se levantó del suelo y buscó el aparato tanteando el terreno con sus manos, gracias a la dificultad que tenía para abrir los ojos y acostumbrarse a la luz solar que se filtraba por la ventana. Encontró su despertador y lo apagó algo torpe, luego se frotó sus dos ojos con sus manos, y poco a poco pudo abrirlos.

Ya cuando se paró y pudo identificar en dónde se encontraba (pues ni bien se despertaba apenas recordaba su nombre), pensó en bajar a desayunar, pero otro ruido, igual de molesto, lo interrumpió.

Agarró su teléfono y, aparte de tener una llamada entrante, se dió cuenta de que lo había dejado en el escritorio y tenía sólo diez porciento de batería. Quería matar al primero que se le cruzase.

— ¿Namjoon? — Contestó la llamada con su voz ronca e irritada.

— ¿Recién te despiertas? ¡Vamos Jungkook! Hoy es el día del festival, ¡Rápido! Desayuna y cambiate que voy por ti en una hora. — Y así cortó, dejando a un chico más molesto y frustrado que antes.

Hizo todo lo que su amigo le había pedido, desayunó, se cambió, tomó un cargador portátil pues no viviría con tan poca batería, y ya solo le quedaba esperar al dichoso moreno. Observó su reloj y en ese mismo instante fue tocado su timbre, al horario justo.

— Hoy será un día genial, camina al auto. — Fue lo único que escuchó antes de ser arrastrado fuera de su hogar. Cerró con llave su departamento y se subió al transporte.

Ya allí estaban Jimin y Seokjin.

— Es lindo, ¿No? — El mayor le estaba tendiendo su celular al rubio.

— ¡Seokjin! ¡Es una foto de Yoongi! — Exclamó, luego todo se condensó en un silencio algo incómodo, a lo que Jimin preguntó — ¿Te...ya sabes...Yoongi? —

— ¡Claro que no! — Dijo algo sonrojado, y ahí fue cuando se dió cuenta de la presencia de Jungkook — Hola Kookie. — Saludó algo nervioso, mientras que Namjoon arrancaba el auto.

— ¿Te gusta Yoongi? — Inquirió divertido, a lo que el contrario soltó un pequeño grito de frustración y Jimin y Jungkook rieron.

Pasaron varios minutos, bastantes, hasta que llegaron al centro de la ciudad.

Primero se acercaron a una cafetería conocida de allí, ya que ese era el punto de encuentro con sus demás amigos.

— Ahí viene el felino. — Habló Jimin, refiriéndose al pálido Yoongi que se acercaba.

— ¿Felino? ¿Por qué soy un tigre? — Habló con una fingida voz altanera.

— No, eres un feo minino. — Sentenció el rubio, y al pelinegro se le esfumó su sonrisa.

— Pero todos los gatos son hermosos. — Comentó Seokjin, a lo que Yoongi le sonrió y él se sonrojó.

— Bueno ya, ahí viene Hoseok, ¡Más rápido! — Gritó Namjoon, a lo que el mencionado comenzó a trotar.

— Aquí estoy, ¿Vamos al festival? — Inquirió y todos apoyaron la dicho.

Caminaron bastante, el festival era gigante y tenía diversos puestos, pero por arte del destino, o por arte de Seokjin y Jungkook, siempre iban a parar a los de comida y chucherías.

— Oigan... — Jimin hizo una pausa para tragar el pedazo de churro que tenía en su boca — ¿Dónde creen que estará el Rey? — Preguntó repentinamente.

Todos se miraron entre sí, preguntarle a ellos, que supieron un día antes que el rey estaría allí, no tenía sentido.

— Para mí…va a estar en la zona donde…están las joyas, o sea donde te compras…los dijes, las decoraciones, etcétera.— Opinó Seokjin con dificultad pues tenía comida en su boca.

— Primero traga, tonto. — Le habló Jimin a lo que el contrario le sacó la lengua, luego de pasar la comida.

— Mmh, para mí... — Continuó Namjoon — Va a estar, algo que es obvio, donde la gente empiece a juntarse y comience a gritar. —

Todos lo observaron, puesto que aparte de tener razón, era totalmente estúpido que ellos mismos no lo hubiesen pensando.

El moreno rodó los ojos — Tontos, mejor sigamos los gritos. — Todos apoyaron esas palabras, exceptuando Jungkook y Yoongi, a quienes les daba exactamente igual.

No encontraban personas arremolinadas en algún lugar, o gritos de exasperación, hasta que una fuerte música, seguida de todo lo que buscaban, comenzó a sonar en sus espaldas.

Se giraron paulatinamente y lo que vieron fue a el rey montando su caballo, completamente negro. Este iba tranquilo, paseando por en medio de la calle rodeada de lugares de venta o simple exposición, las personas se alejaban para dejarlo pasar, y lo observaban totalmente embobados. O por lo menos la mayoría.

Al castaño le daba bastante igual ver el rostro de su majestad, lo que la mayoría hacía esperando conectar miradas con el apuesto muchacho, cosa imposible siendo que el sólo observaba el frente de su camino. Pero para Jungkook ya no era divertido ver como el ketchup se escurría por todo su pancho (hot dog), así que levantó la vista y lo primero que encontró fue la mirada de su majestad, del mismo rey, toparse con la suya. Tanta fue su sorpresa que casi bota su comida al suelo.

Ya por fin, luego de que el chico con el caballo pasara por donde ellos estaban, todos se giraron. Como era de esperarse, se encontraron con Jungkook, quien se había quedado atrás del todo ya que no le interesaba el espectáculo, pero lo que los hizo sorprenderse fue ver a un castaño totalmente inmovilizado y con la boca semiabierta.

— ¿Viste un fantasma? — Cuestionó Hoseok con una ceja alzada mientras se acercaba al chico.

— El Rey me miró... —

Si te gusta el jade, me caes bien.







































[Revisado]

Atte ; {℘;℘}

⋰ ⌑ Actualmente El Rey ⌑ ⋱ ; Taekook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora