Dos personas de mundos diferentes...
Ya los conocemos...
Pero las cosas han cambiado... al igual que ellos...
Ella sabe que el mal se acerca... le esta pisando los talones...
El la ve... la ve mas que como una amiga...
Los secretos siguen... pero el...
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Hablar con el profesor Dumbledore era tedioso, pero a la vez refrescante, no sé si me explico pero era como hablar con una persona que esconde la misma cantidad de secretos que yo.
Y eso es algo tedioso, pero también me comprende, porque sabe lo que es cargar con cosas así todo el tiempo.
El plan iba viento en popa, ya estaba todo calculado, el profesor no estuvo muy cómodo que digamos con la participación que haría, pero si yo no me ponía en cierto riesgo, Sirius moriría y Harry saldría dañado.
En conclusión sucederían cosas malas.
Ahora estoy usando el giratiempo de nuevo, estamos yendo a clases de adivinación que obviamente necesito.
― ¿Qué tenemos aquí? ― pues un idiota con sueño y un Harry pensativo.
Weasley al mirarnos de nuevo miro a Harry asustado, aun no se acostumbraba a que aparezcamos de la nada.
― ¿Podría intentarlo? ― hablo Hermione algo emocionada, la adivinación no es sencilla, pero no le diré nada, aparte de que a ella no le gusta mucho que digamos esta clase, pero aun así quiere intentar algo que todos sabemos que no se le da.
Y no estoy siendo mala, ni nada, solo es la verdad.
― Ahhh ― dijo feliz la profesora, como no iba a estar feliz si casi nadie participaba en su clase.
― El Grimm, yo lo vi ― ahora entiendo por qué Hermione quería participar.
― Mi niña, desde la primera vez que viniste a mi clase note que tu no posees el noble espíritu para el noble arte de la adivinación, si mira aquí esta ― dijo la profesora mientras miraba la palma de mano de mi amiga.
― Eres joven pero el corazón que te palpita es como el de una vieja, esta tan seco como las páginas de los libros que lees tan ansiosamente ― okey esto último si me causo algo de gracia.
Hermione se levantó y tiro la bola de cristal al piso para después desaparecer por la puerta de la clase.
― ¿Dije algo malo? ― nos preguntó la profesora a lo que yo negué.
― Solo es algo volátil profesora ― dije con una pequeña sonrisa.
― Ohhh, entonces quieres intentar ― me dijo la profesora mientras traía otra bola de cristal, a la próxima me quedo callada.
― Sí, claro ― dije sonriente mientras por dentro lloro.
Mire la bola de cristal, y comencé a ver el rostro de Sirius, al Grimm, una rata, la luna llena, era lo que pasaría hoy en la noche, los dementores, Peter Pettigrew reuniéndose con el señor tenebroso "Harry... Harry..." era la voz de Sirius.
― "Amo y sirviente se reunirán, él está por volver, la injusticia seguirá, y sangre inocente se derramara por un error, la muerte se acerca, la noche se volverá fría y espeluznante, el cielo se pintara y la marca aparecerá en él, todo lo que una vez ocurrió regresara" ― no me había dado cuenta que la vista de nuevo se me volvió blanca y que había hablado en voz alta.
