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Capítulo 14: Expresando sentimientos.

P.O.V. Tercera persona:

Himawari se vió obligada a tener que rendirse, pues no le habían salido esos recipientes. Sentía que solamente había perdido tiempo, y así fue, aquello la frustraba mucho.

Ahora trataba de aliviar el dolor, y irritación que tenían sus manos, y muñecas. A un lado de ella, estaba Suika que veía preocupada sus manos.

-¿Te duelen mucho?.

-No. No te preocupes, estaré bien. -Le dijo Himawari con una débil sonrisa. No quería preocupar a la niña.

Observó lo que hacían los demás ahora. Se sentía inútil, estando junto a ellos, sobretodo a lado de Senku. Al final Chrome solucionó el problema de los envase, trayendo a un hombre bastante mayor, el cual lograron convencer para hacer los recipientes que necesitaban.

Ese anciano estaba realizando un excelente trabajo, cosa que podía apreciar Himawari. Le dolía no haber sido de ayuda todo el día. Lo único que había hecho fue perder tiempo, cosa que no debía hacer. Era mucha presión sobre ella.

Suika notó el cambio de humor en Himawari. Se sintió mal al observar el dolor que se veían reflejados en esos ojos rosas, que a la menor le parecían preciosos.

-Himawari, seguramente Senku no te odia.

A la chica le tomó por sorpresa las palabras de Suika.

-¿Qué?.

-Él solamente está algo enojado, pero en realidad le importas. -Le mencionó Suika, recordando haber escuchado la charla que tuvo Senku con Toshio tiempo atrás.

Himawari apreciaba que la pequeña tratará de animarla. Pero no creía en esas palabras. De hecho, era ella la que debería odiar a Senku. Sin embargo le era difícil sentir rencor hacia él. Era imposible odiar a la persona que admirabas en secreto.

-No estoy segura de eso. Pero de todas formas gracias, Suika. -Agradeció Himawari con una sonrisa.

Sin embargo esa sonrisa se borró de su rostro al ver que Senku la estaba observando. En seguida desvío su mirada hacia otro lado. Le era difícil tener contacto visual con él, sobretodo después de humillarse así misma.

"Seguramente piensa que soy completamente patética." Pensó la de tez blanca.

Himawari luego de ver qué sólo sería un estorbo allí, fue a la choza para revisar el estado de su hermano. Una vez allí lo primero que hizo fue pasar un trapo mojado por las heridas de éste que aún no se cerraban del todo.

El chico respiraba de forma más tranquila, cosa que relajaba a la chica ya que eso significaba que él esté fuera de peligro.

Siguió en su labor de limpiar sus heridas, para después volver a vendarlas con tela. Después de terminar con eso lo arropó para seguidamente plantarle un beso en la frente de éste. Para ella ya se volvió una costumbre eso, sobretodo con sus hermanos.