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Capitulo 29: Desacuerdos.

P.O.V. Tercera persona:

Himawari había Sido atendida lo más rápido posible porque ambas heridas que tenía a los costados de su cuerpo no paraban de sangrar, cosa que preocupó a Tsukasa, que no tardó en pedir ayuda. Sin embargo nadie de aquel lugar tenía muchos conocimientos médicos, y para empeorar Himawari estaba inconsciente como para preguntarle.

Cómo tres chicas se hallaban al rededor del cuerpo de Himawari, buscando detener el sangrado de ella, se pusieron cada vez más nerviosas y asustadas al ver el cuerpo de la chica tornarse más pálido, y como respiraba cada vez más lento.

—N-no sabemos cómo detener el sangrado... —Dijo una de ellas bastante asustada, si fallaban iban a decepcionar a Tsukasa.

—Si no lo hacemos, Tsukasa nos tomará como unas inútiles si no hacemos nada.

—A parte no podemos permitir que ella muera, nos ha ayudado bastante. —Comentó otra de las chicas, a lo que las otras dos asintieron.

A pesar de querer ayudarla, no tenían idea de cómo atenderla, lo único que hicieron fue hacer presión en las heridas de ella para intentar de detener de nuevo el sangrado.

Una de cabello rubio estuvo observando todo, lo que hizo fue suspirar. Tenía idea de quién podría ayudar a Himawari a que no muera desangrada. Sólo que no sabía cómo se lo iba a tomar Tsukasa, pero a pesar de que Himawari fuera la "amada" de Tsukasa, no quería verla morir, la chica era muy amable con ella, a pesar de llegar haberla tratado, y no de la mejor forma posible.

—Por favor, Tsukasa. Él es el único que puede salvarla.

Tsukasa no estaba confiado en pedir ayuda, pero sobretodo en liberar a esa persona quién si podría ayudar a Himawari. Pero si lo hacía, lo más seguro es que no podría separarlo de ella. Sin embargo, tenía que hacerlo para salvar la vida de Himawari, antes de que muera de desangrado.

Minami seguía tratando de convencer al primate más fuerte para que éste diera el permiso para poder liberar a una persona que tiempo atrás se le puso por completo en su contra, y terminó encerrandolo y hasta ahora no lo ha soltado por la duda de que éste escape.

—Por favor, las chicas no tienen idea de cómo ayudar a Himawari.... A éste paso ella morirá, y nada habrá valido la pena.

Aquello era verdad, tenerla vigilada y todo no la ayudaría en lo absoluto, porque ella ahora estaba desangrándose.

Tsukasa después de estarlo pensando terminó convencido con lo que le decía la rubia. Se le hacía raro que ella esté preocupada por Himawari cuando ella, entre otras la trataban de manera indiferente.

—Está bien.

Tanto Tsukasa como otros dos hombres fueron a una celda, pero más alejada de las otras. En ésta tenían en cautiverio a una persona, que según para ellos, era un traidor por haberse oponido ante Tsukasa, y que había intentado escapar.