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Capitulo 22: Contraataque.

P.O.V. Tercera persona:

Himawari junto a Senku terminaban de hacer algo para Kinro, y eso eran unos lentes para que éste ya pudiese ver bien.

-Se ven bien. -Dijo Himawari refiriéndose a los lentes. -Te quedan bien.

-Que malote, se ve genial.

-Me alegra que Kinro ya no tenga los ojos borrosos. -Dijo contenta Suika.

Himawari le sonrió a la pequeña. -Igual arreglamos los tuyos, Suika, para que tú igual veas bien.

-Gracias, de verdad. -Agradeció la niña hacia la chica de ojos rosas.

La chica le sonrió a Suika, pero recordó que debían buscar forma de como detener a Hyoga y a los hombres de Tsukasa, pues éstos esperarían a qué llegue alguna tormenta, momento para atacar.

-Senku. -Fue hacia el rubio, quién traía carbón. -¿Cómo se supone que vayamos a vencer a alguien como Hyoga?

-Buena pregunta, ojos de cuarzo rosa.

Himawari ignoró el apodo, ignorando sus latidos que se aceleraron de nuevo.

-Si justamente eso quería decirte.

-Entonces, ¿cómo podríamos? Hyoga es muy fuerte, de hecho lo es aún más con su lanza. -Le explicó la de ojos rosas recordando a este, cuando estaba en el imperio de Tsukasa.

-Buena información me acabas de dar. -Le hizo señas a la chica para que se acercara un poco más, a lo que Himawari obedeció para escucharlo.

Los ojos de ella se le iluminaron luego de escuchar lo que éste le dijo.

-Que genial, las katanas serán ideales. -Le comentó con una leve sonrisa Himawari.

Recibir un alago de Himawari era algo que lo hacía sonreír con cierto orgullo.

-Por supuesto que sí.

Himawari comenzaba a sentirse un poco más cómoda con la presencia de Senku a su lado. De hecho, comenzaba a aprender muchas cosas con él.

-Bueno, pues... Mejor nos ponemos manos a la obra, ¿no?

-Creo que comienzas a leerme la mente, ojos de cuarzo rosa.

Tal y como lo habían acordado, se pusieron manos a la obra en la elaboración de las katanas las cuales serían muy útiles contra Hyoga, y sus hombres.

Kaseki definitivamente se había emocionado cuando Senku le explicó.

Himawari ahora mientras trabajaba, podía notar a su hermano entrenar con Kohaku. Desde hace unos días éste comenzó a recibir ayuda de ella, ya que según Kohaku era muy fuerte.

El castaño trataba de bloquear todos los ataques por parte de Kohaku, pero ésta era increíblemente fuerte.

-¡Anda, Toshio! Pensé que querías proteger a Himawari.