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Capitulo 34: Confesión.

P.O.V. Tercera persona:

Silencio...

Eso era lo que había ahora entre ambos luego de que Himawari, tontamente mencionara que ella escuchó lo que dijo Senku, cuando éste había pensado estúpidamente que la chica si estaba dormida en ese entonces.

La chica de ojos rosas comenzó a arrepentirse por haber mencionado eso, sintiendose completamente estúpida por revelar aquello, de verdad había ocasiones en las que no le gustaba su lado honesto.

-Lo siento mucho. -Se disculpó Himawari arrepentida mientras hacia una reverencia, un poco exagerada si se lo preguntaban a Senku quien la vió hacer eso. -No debí escuchar esa noche... Pero aún así lo hice, porque tenía curiosidad de saber lo que querías decirme. De verdad perdóname, fuí muy mala, no está en mi escuchar conversaciones ajenas.

Himawari en serio se sentía arrepentida, no quería hacer sentirse humillado a Senku, sería un golpe al orgullo que tenía éste.
Cualquiera quien hubiese vivido todo lo que él le hizo aprovecharía ésta oportunidad para darle un rechazo horrible, pero sobretodo humillante como venganza... Pero Himawari no es así, de hecho luego de estar mucho tiempo conviviendo con él, le ya demostrado que le importaba, al igual que sus amigos.

Incluso había dudado por enviarla en aquella misión junto a Chrome, Gen y Magma.

Se podría decir que lo perdonaba, se había dado cuenta de que no era una mala persona, era solamente él y ella no le pediría cambiar esa personalidad suya.

Senku seguía mirando a la chica, en serio, pensó mientras se preguntaba cómo para ella era un poco sencillo disculparse, cuando a él le costó haberle dicho que lo sentía en aquella ocasión dónde Himawari le dejó en claro que no lo perdonaría fácilmente.

No podía enojarse con la chica, no estaba en ese lugar para reprocharle, no cuando él mismo le hizo más daño.

Quiso olvidarse entonces de lo que sentía por ella, luego de ver que no quería confiar en él. Sin embargo era difícil, sobretodo cuando estuvo conviviendo con ella trabajando, descubriendo más sobre ella, no sólo era responsable, igual inteligente, pero sobretodo amable y comprensiva con los demás.

Ahora entendía que sus compañeros no exageraban, la chica era linda pero por dentro, aunque claro, igual por fuera, lo que más le había traído la atención cuando llegó, fueron sus ojos rosas los cuales eran igual que el rosa cuarzo, o tal vez un poco más claros.

Oh no, de nuevo esos pensamientos comenzaron a invadir su mente a lo que intentó sacar estos de su mente antes de que su dopamina incremente.

Volvió a enfocar su mirada en la chica quién sorprendentemente seguía haciendo esa reverencia.

-Eres de verdad un gato curioso a veces, ojos de cuarzo rosa. -Dijo luego de suspirar con la intención de calmarse. -Ya deja ponte de pie correctamente, y deja de disculparte como si te fuera a castigar.

-Lo sien... Olvídalo. -Estuvo por disculparse, pero tan pronto como se dió cuenta no terminó la frase, ya colocandose recta. -Pero aún así estuvo mal que escuchara.

-No importa. -Quiso restarle importancia ese tema, no porque quisiera, sino para evitar el posible rechazo de la chica. -Era algo de poca importancia.

Himawari no se sintió de acuerdo con que el científico ignore eso, era como ignorar lo que uno sentía. Ella no quería que hiciera eso, si había algo que él quisiera decirle, estaría para escucharlo.

-Senku. -Lo llamó, deteniendo a éste antes de que regrese a su trabajo. -No es bueno ignorar lo que sientes.

El otro se detuvo cuando Himawari dijo eso, no es bueno, pero él quería ignorar o mejor olvidar lo que sentía hacia la chica. No podía arrastrarse hasta ella, él y los demás tenían que recuperar a la humanidad por lo que no podía distraerse.