4.

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Me desperté debido al sonido de mi celular, alguien me llamaba, sin ver la pantalla contesté:

—Hola, ¿Quién habla? –Dije aun medio dormida.

—Hola, soy Hannah –Dijo.

—¿Porqué me llamas a esta hora? Son las 10:00am

—Bueno, me preguntaba si te gustaría venir a mi casa en unas horas, van a estar algunas amigas y amigos —Me preguntó.

—Oh, claro que me gustaría -Dije.- ¿A qué hora?

—Em, a las 1:30 paso por ti, relajate, desayuna y yo te ayudo con lo demás cuando llegue, adiós, un beso y ah, dile a tu niñero que venga contigo, en serio -Colgó la llamada.

Ay Hann -Reí un poco.

Fui al baño, lave mis dientes, salí de mi habitación y me asomé por la puerta de la habitación de Alejandro y no lo vi ahí, así qué bajé, tampoco estaba en la sala y por último me dirijí a la cocina, ahí estaba el, con el desayuno ya hecho.

—Hola -Sonreí, el estaba sin camisa terminando de servir el desayuno. Me quedé observando su cuerpo.

—Hola. –Me miró de arriba a abajo. —¿Todavía en pijama? —Río brevemente.

—Calla, acabo de despertar. —Hice puchero y me acerqué a el.

—Quita esa cara y lleva esto a la mesa. –Sonrió mientras me entregaba un plato y una taza con chocolate, me dirigí a la mesa y me quedé sentada esperándolo.

—Listo. –Puso su plato frente a el y se sentó a mi lado.

—¿Cómo amaneciste? –Le pregunté tratando de sacar tema de conversación.

—Bien ¿y tú? –Empezó a comer.

—Bien, sí. –Comí de mi plato. —Eh, Alejandro, voy a salir a casa de una amiga.

—Oh claro, no hay problema, solo llega a buena hora. –Sonrió.

—Pero mi amiga quiere qué tu vayas. —Le comenté.

—Ay Mad, no sé. –Dudó.

—Anda, di que sí, va a estar Clhó. –Moví las cejas de arriba a abajo y reí un poco.

—Ay Mad, deja de hacer esas caras. –Rió. —¿Pero para qué quieres que vaya?

—Para divertirnos un rato, yo creo que eso no hace daño.

—El "Divertirnos" sonó algo, raro. –Imitó mi gesto y movió las cejas de arriba a abajo.

—Alejandro, por favor comportate. –Empecé a reír. —¿Sí o no?

—Está bien, si iré. –Sonrió.

—Verás qué te la vas a pasar re bien. –Seguí comiendo.

Terminamos de comer, ayudé a Alejandro a recoger todo y subimos a su habitación.

—Entonces ¿Le digo a mi amiga que no venga, qué nos vamos juntos? –Observé lo ordenado que tenía su habitación, no de parecía en nada a mi habitación.

—Si, dile eso, ahora vete a duchar te cambias que yo haré lo mismo y nos vamos y ya nos vamos. –Sonrió.

—Bueno. –Salí de su habitación y me dirigí a la mía.

Llame a Hannah, que contestó rápidamente.

—Hey, mi niñero dijo que si, pero el y yo nos iremos juntos a tu casa. –Caminé hacia mi closet en busca de la ropa.

—Está bien, llevate traje de baño y dile a el que haga lo mismo. –Rió. —Adiós.

Entre a la ducha, en la cual duré 15 minutos, salí y terminé de elegir mi ropa. Primero el traje de baño negro y azul, una blusa algo transparente color azul, unos shorts blancos, mis zapatillas y ya estaba lista,  me vestí, salí de mi habitación y entré a la de Alejandro.

—Estoy lista. –Le sonreí. —Como me veo.

—Hermosa. –Sonrió y negó con la cabeza.

—Como siempre. –Comenté con suficiencia.

—Pero qué egocéntrica. ¿Traje de baño también? –Miró mis pechos algo descubiertos debido a la blusa.

—Sí, también. –Reí. —Se me había olvidado decirte. –Lo miré y el se dirigió a su closet, sacó unos pantalones a media pierna, y me pidió que los guardara en mi bolso, eso hice.

Bajamos las escaleras salimos de la casa y nos dirigimos a su auto, entramos, indique a donde iríamos y listo, desde que empezó a conducir mire por la ventana hasta que llegamos, Nos bajamos del auto y algunos chicos y chicas que no conocía se nos quedaron viendo, en especial una chica, la cual me miro con desprecio, pero a Alejandro se lo comía con la mirada,  debido a eso, agarré la mano de Alejandro, sin entrelazar nuestros dedos y ahí la chica quitó la mirada de el.

—Hey Madi. –Me abrazó Hannah. –Qué bueno que viniste. –Dijo y luego se dirigió hacia Alejandro.

—Hola. –Ella sonrió y le dió un beso en la mejilla, el cual el le regresó. —¿Como te llamas?

—Alejandro, un gusto. –Le sonrió a mi amiga.

—El gusto es mío. –Dijo ella y le giñó un ojo a el.

—Ya sabes que hacer Mad, por allá están las chicas y algunos chicos, presentales a tu amigo y en un rato regreso. –Nos dio la espalda y siguió caminando.

—Me cayó bien tu amiga. –Comenzó a caminar a mi lado.

—Si ella te cayo bien, espera a conocer a la otra. –Sonreí y nos dirigimos a donde estaban mis amigos.

—¡Kira! –Dije y le dí un gran abrazo a la chica de cabello de colores. —El es Alejandro.

—Un gusto. –Sonrió mi amiga y le dió un beso en la mejilla.

—Zack –Me dirigí hacia mi mejor amigo y también lo abracé. —El es Alejandro.

—Hola. –Se dieron el típico apretón de manos.

Nos sentamos todos frente a la piscina a conversar mientras esperábamos a Hann, debido al sol qué había me quité mi blusa, Alejandro y Zack no dejaban de mirarme, y sólo agradecí no tener que saber lo que estarían pensando...

¿Un niñero?Where stories live. Discover now