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Con 25 años, ya tenía su título de paramédico, y se podía embarcar en nuevas aventuras para salvar vidas. Conocía a gente y las ayudaba en lo que necesitaba, muchas veces ellos fueron amables, otros fueron agresivos, pero siempre cumplía con llevar a su paciente a un lugar donde sería atendido con mucha seguridad.

Pero... había algo que invadía su cuerpo al llegar a una casa hecha cenizas o accidentes automovilísticos. Siempre podía ayudar a las víctimas una vez rescatadas de la zona de peligro, sin embargo, ¿qué se sentiría sacarlas de la zona de peligro él mismo?

3 años en una ambulancia le dieron muchas experiencias y momentos memorables e increíbles, jamás negaría eso, pero, ¿qué se sentiría llevar un traje especial que te cubriera del fuego?, ¿caminar entre las llamas para salvar a la gente que después sería puesta en una camilla?

Al llegar al sitio en llamas, vio el enorme y largo carro de bomberos y a los mismos entrar a la casa para rescatar a las víctimas del siniestro.

4 personas entraron con un tanque de oxígeno que colgaban en sus espaldas y hacha en mano, otro par empezaba a conectar la manguera con el hidrante, y él... él solo bajaba la camilla de la ambulancia con la esperanza de que todo saliera bien y pudiera salvar vidas.

No pasó mucho y 2 bomberos salieron con una señora de la tercera edad entre sus brazos. Actuó rápidamente y acercó la camilla. Cuando los bomberos dejaron a la mujer en la camilla, le puso un cuello ortopédico inmediatamente, luego revisó su garganta para saber si tenía hollín y así que le puso una mascarilla con oxígeno.

La pobre mujer tenía quemaduras en sus brazos y piernas, así que tuvo que acomodar unas paños húmedos sobre las heridas. Acostó completamente a la mujer, y tomó las correas para inmovilizarla, pero teniendo cuidado de no herirla más o que no sintiera más dolor del que tenía.

— soy Park JinYoung, yo me encargaré de usted para llevarla hasta un hospital. — le dijo con suavidad, no quería alterarla más de lo que ya estaba. — necesito saber su nombre, su edad, saber si tiene alergia a ciertos medicamentos y si tiene antecedentes médicos.

— mi esposo, mi nieta, ellos siguen adentro. — sollozaba la mujer con angustia. — no puedo irme sin saber si ellos salieron. Es que soy una mujer tan tonta... — con ayuda de su compañero, subió la camilla dentro de la ambulancia. — por favor, jovencito...

— JinYoung, tengo que cerrar. — le dijo su compañero. El mencionado sabía que no había tiempo que perder, en la siguiente ambulancia llegarían los familiares de la mujer. — ¡JinYoung!

— ¡dame un segundo! — le gritó de vuelta. Sus ojos fueron directamente hacia la casa en llamas, esperando a que saliera el resto de gente.

De pronto, 3 siluetas se asomaron por la puerta. El anciano estaba en los brazos de una chica fuerte mientras que el otro bombero traía algo en sus brazos.

— no puede ser... — murmuró JinYoung, observando al bombero. — llama al hospital, dile que vamos con un bebé. — ordenó.

Corrió hacia el bombero y tomó a la criatura. En efecto, era un bebé envuelto en una toalla mojada. Miró al hombre que salvó a la pequeña criatura, específicamente su hombro.

— entra a la ambulancia. — le ordenó el paramédico.

Ambos se dirigieron a la ambulancia, JinYoung le dio la señal a su compañero para que cerrara. Hizo espacio entre los asientos para revisar al bebé, revisando sus signos, su garganta, afortunadamente, la bebé estaba muy bien, sana y a salva.

— su nieta se encuentra en perfecto estado, señorita. — le informó el paramédico mientras veía los signos de la mujer. Vio la ficha para ver si estaba completa, su compañero lo había hecho por él.

— ¡oh, muchas gracias!, ¡muchas gracias!, ¡mi pequeña Rosie! — exclamó la mujer con alegría. — ¿y mi esposo?, ¿qué sabe de mi esposo? — preguntó.

— él está en la otra ambulancia. — informó con tranquilidad. — los llevaremos al hospital más cercano para un chequeo más extenso y seguro.

Y meses de tratamiento. La señora aún no había sentido dolor por el estado de shock, pero apenas aterrizara en la realidad, aun con morfina, se desmayaría por la terrible sensación de su piel quemada.

En 20 minutos ya estaban en un hospital. Su compañero les abrió la puerta y varios doctores los recibieron apenas bajaron la camilla.

El bombero bajó, a él le ordenaron quedarse quieto hasta que le trajeron una camilla, y JinYoung bajó de último cuando una cunera lo esperaba afuera. Acomodó a la pequeña en la cuna, luego se despidió.

— hombre, 3 años y sigues apegándote con los pacientes. — le regañó.

— está bien, está bien, Mark, no me pegues. — le dijo algo tímido. — es que era una bebé y solo habían 2 ambulancias. — hablando de ambulancias, llegó la otra, con el esposo de la mujer. — y, bueno, es parte de mí. Siempre intento que el peor día de sus vidas, en el que están a punto de morir, por lo menos, se lleven una sonrisa agradable.

— lo sé, y es muy dulce de tu parte, pero pudiste hacer que el bombero se fuera en la otra ambulancia. — le dijo.

— fue mi error... intentaré que no se repita. — murmuró. Su compañero desvió la mirada hacia la entrada.

— ven, vamos a ver cómo está ese hombre. — le dijo él, tomándolo del brazo para entrar a la sala de emergencia.

La familia que acababan de traer no estaban, lo más probable es que estén en una isla, siendo atendidos al igual que el bombero.

Mark fijó su vista en un médico que atendía a la gente que llegaba a urgencias. El pobre médico tenía que poner suturas, así que estaría un buen rato esperando, pues Mark no se iría sin antes pedirle un beso de despedida.

JinYoung desvió la vista hacia donde sea, menos en esos 2 tórtolos. Miró hacia los cuartos de emergencia, quizás, en uno de ellos, esté aquel bombero que trató pésimo. No, no fueron palabras feas, sino ese poco profesionalismo y servicio, debía pedirle disculpas y perdones.

Vagó por la sala de emergía, buscando, mirando entre las ventanas si estaba aquel hombre. Hasta que llegó a su puerta. No había nadie, solo él, esperando con una enfermera a su lado.

Tocó la puerta y entró, mirando al hombre. La enfermera alzó la mirada, una fea mirada, pero lo dejó pasar al ver que también era alguien del personal médico.

— uhm... hola... — saludó tímidamente, cerrando la puerta detrás de sí. Ahora el hombre no estaba ni con casco ni con la perchera del traje. Al fin descubría quién era el héroe sin capa.

— hola. — dijo el hombre con algo de pesadez... y entendía perfectamente por qué él estaba enojado, después de todo.

— vengo a, bueno... — relamió sus labios, nervioso. — vengo a disculparme por mi mal servicio.

— no te preocupes. — le respondió el otro. — la idea era salvar a la familia, yo soy lo de menos.

— no, fue irresponsabilidad mía, un grave error que pudo costarte la vida. — habló rápidamente. — oh, perdón, perdón, yo fui... fui bastante grosero también, dime, es decir... empecemos otra vez. Soy el paramédico Park JinYoung, ¿cuál es tu nombre? — extendió su mano derecha, el Bombero rió y tomó su mano, mostrándose bastante contento por esa información.

— Im JaeBum, jefe del cuartel de bomberos 53. — se presentó. A los segundos, entraron 2 médicos. — bueno, supongo que nos veremos en la próxima emergencia. Hasta luego. — JinYoung rió y se acercó a la puerta.

— nos vemos. — salió de la isla, dejando al pobre bombero con su brazo zafado. Escuchó un grito del cuarto y rió ligeramente, hasta que encontró a su compañero coqueteando con el personal médico del hospital.






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Empezamos otra vez :D

Firework {JJP}Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum