22 CAPITULO

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-Daniel tenemos que hablar por favor para....

-Ya abra tiempo para hablar, ahora déjame desahogar todo está rabia en tu cuerpo muñeca, ya después más tranquilos podremos arreglar esta situación.

La voz de Daniel era ronca por la excitación que le recorría todo el cuerpo, la alza con toda la delicadeza y la llevo hasta la cama, se queda sobre ella y la mira a los ojos viendo en ellos como se le oscurecían más por los deseos que entre ellos se sentía, empieza a repartirle cientos de besos en el cuello, le arranca la camisa de un solo movimiento haciendo que cada uno de los botones salieran disparados por todas las partes de la habitación, le muerde los pezones encima de su brasier haciendo que el cuerpo de Helena vibre con toda la fuerza.

-Te gusta.

-Muchooooooo.

-Mas que como él te lo ha hecho.

-Danielllllll.

-Shuu princesa no digas nada, sé que no me estoy comportando como todo un príncipe contigo, pero no soporto que otro hombre te mire o te desee.

-Para Daniel no quiero así.

-No muñeca ya no puedo parar te deseo tanto que ya no logro controlar mi cuerpo.

Empieza a bajar con una dureza que hace que a Helena le salga un pequeño jadeo, baja hasta su vagina y le abre los labios internos en busca del mayor tesoro que es su clítoris. Lo rodea con su lengua, lo aviva, lo revoluciona y tira de él.

-Por Dios Daniel.

Sus grandes manos recorren todo su cuerpo, mientras su boca juega entre sus piernas llenándola de oleadas de placer, que solo con él ha logrado sentir, sus dedos le agarran los pezones, los estrujan para hacerlos hinchar y que ella arda de mero placer, aprieta su sexo sobre su boca es tan grande su posesión que Helena llega a un hermoso y magnifico orgasmo con solo saborearla a ella.

Saciado de los jugos vaginales de ella, sube hasta su boca, para que ella se sienta su propio sabor. Su lengua viva y caprichosa por los celos que le nublan la razón recorre su boca como si el mundo se fuera acabar en ese instante.

-Mírame Helena quiero ver tu cara cuando entre dentro de ti.

De una sola estocada entra en ella haciendo que el cuerpo de ella se arque, una... dos... tres... cuatro estocadas hacen que un gemido salga de la boca de ella, cada vez más y más fuerte entra en ella haciendo que lo sienta hasta lo más profundo de su útero.

-Toda mía, hoy siempre serás solo mía.

-Ya no puedo más Daniel.

-Cariño.... así.... entrégate... relájate y te dilatarás para recibirme.

En ese momento Daniel nota que el cuerpo de Helena se está tensando, sabiendo que ya está cerca de conseguir su clímax y empezó a moverse más y más rápido para lograr que ambos llegaran al mismo tiempo, en tres estocadas más y ambos gritaron sus nombre dicen después de un exquisito orgasmo.

Ambos extasiados por lo que acaban de vivir tan intenso se tumban en la cama hasta que sus respiraciones se normalizan, ella se levanta con mucho cuidado y se dirige al baño para limpiarse, cuando está por terminar entra Daniel, cuando ambos ya se han limpiado salen de la habitación hacia la pequeña sala.

-Dime de una vez que es lo que tú tienes con Roberto así es que se llama tu amiguito vedad.

-Él no es mi amiguito como tu dices, él simplemente es un bailarín de mi academia, que durante un tiempo estuvimos saliendo y no más.

-Hace cuando fue.

-Ya hace unos años, salimos en varias ocasiones pero nunca tuvimos nada serio.

-Te acostaste con él.

-Si en algunas ocasiones.

-Y te gusto.

-A qué viene esa pregunta Daniel.

-Contéstame.

-No te voy a contestar esa es mi vida privada y tú no tienes por qué saberlo o es que acaso yo te pregunto con cuantas mujeres te has acostado y si te ha gustado, además mi pasado es mi pasado y ya.

-Si lo pregunto es porque aunque no quieras aceptarlo, él cree que tiene derecho sobre ti.

-Él puede pensar lo que se le dé gana pero yo no tengo nada con él, en varias ocasiones se lo he dejado muy claro, si sé que él se está tomando atribuciones que no le corresponde, pero también sabe que conmigo a las malas no funciono, al igual que espero que también lo tengas presente, además mirando bien las cosas yo porque te estoy dando explicaciones si nosotros tampoco somos nada.

Ella ve como los nudillos de sus manos se tornan blancos de la rabia que él refleja en estos momentos.

-Yo sé que nosotros no menos hablado muy bien las cosas, porque todo ha ocurrido muy rápido y no hemos podido darle el nombre que se merece a esto, pero no quiere decir que nosotros no seamos nada o es que tú te acuestas con cualquier hombre.

-Me estas tratando decir que soy una cualquiera.

-No pongas palabras en mi boca, pero que quieres que piense si ayer estuviste conmigo y hoy te veo en los brazos de otro.

-Yo no estaba en los brazos de nadie.

-Eso no fue lo que yo vi Helena.

-Me importa un comino lo que tu pienses, mi conciencia está limpia que yo no he hecho nada malo y si tu piensas eso de mi porque me hiciste el amor hace un momento.

-Porque no puedo soportar que estés en otros brazos y me deje llevar por la rabia que en ese momento sentía.

Las palabras que había pronunciado Daniel en ese momento le habían hecho que el corazón de Helena le doliera más que si le hubieran pegado, se sentía utilizada que sin decir ni una sola palabra salió directamente hacia donde estaba su hijo, debía decirle a su nana que lo cuidara que ella tenía un espectáculo que dar y que debía alejarse en ese momento de Daniel.

-Hola maní no trajiste tu vestido de baño.

-No mi amor mami debe preparar un espectáculo y no me puedo quedar, diviértete mucho con la nana Emily y con tu papá Daniel.

-Ustedes dos han peleado.

-Mi amor yo no he peleado con tu mami, simplemente tenemos un pequeño malentendido que espero pronto lo podamos arreglar.

-Ustedes los grandes se complican mucho la vida, de sen un beso, digansen que se aman y asunto arreglado.

-No es así de fácil, Helena déjame explicarte algo por favor.

-Tranquilo Daniel a mí me quedo muy claro las cosas, que tengan un feliz día, te amo mi pequeño.

Los celos lo habían segado y había permitido Daniel que una brecha entre ellos se hiciera más grande, verla irse así le estaba costando mucho a Daniel, iba a intentar salir tras ella, pero sintió unos brazos que lo retenían y mirando escucha a Emily decir.

-Déjala que se calme, si vas tras ella lo único que conseguirás es que ella se aleje más de ti.

-Pero no puedo permitir que ella se valla así, a veces me dejo llevar mucho por mis impulsos y cometo muchos errores.

TE ENCONTRARE....Where stories live. Discover now