13. La cita

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El día al fin había llegado. Se vieron cerca de las diez de la mañana, Hyukjae decidió darse un día libre, aunque tuviera que volver el sábado a la redacción. Donghae, después de ajustar sus horarios, quedó de pasar por él a su casa para después ir juntos directamente al museo.

Ambos estaban en la parada de autobús esperando la ruta que los llevaba a su destino, era hora y media de viaje, pero no tenía prisa, precisamente por eso se citaron muy en la mañana. Cuando subieron al autobús iba casi vacío, se acomodaron en un par de asientos al fondo y continuaron con la plática que brotó entre ellos desde el momento en que Hyukjae abrió la puerta de su departamento. Conversaciones divertidas, sencillas y triviales, sin embargo, se sentían tan íntimas. Después de que el recorrido en bus terminó, atravesaron un pequeño parque que separaba la parada de autobús del museo, donde se estaba exhibiendo la obra de ese famoso artista. Cuando llegaron a la puerta vieron un gran letrero que decía "CERRADO". Ambos se miraron sorprendidos, habían viajado hasta allá y ¿estaba cerrado?, ¿entre semana?

Hyukjae se puso a buscar en su celular los datos del museo, la exposición, o cualquier cosa que le dijera por qué rayos estaba cerrado el maldito lugar. Pasó días tratando de pensar cómo iba a preguntarle a Donghae si quería ir con él a esa exposición, cuando al fin se decidió a hacerlo, el castaño le dijo que que Seohyun lo iba a cubrir porque su día libre era hasta el jueves, habían logrado sincronizar todo, incluso habían dormido menos de 6 horas con tal de poder verse temprano y la porquería ¡estaba cerrada!

Un pequeño aviso apareció al final de la página oficial: HORARIO DE SERVICIO de Miércoles a Lunes de 9:00 hrs a 18:00 hrs. Quería arrancarse el cabello por no haber visto eso antes. Cuando Hyukjae levantó la mirada se percató de que Donghae estaba justo al su lado mirando la pantalla del celular, su expresión lejos de estar irritada, como la suya, estaba divertida. 

— ¿Y ahora qué? ¿Qué hacemos?—preguntó Donghae.

Hyukjae sintió vergüenza, lo había arrastrado hasta allí, había hablado cerca de media hora de porqué sería grandiosa la visita y no podrían verla, porque además la muestra se iba ese viernes.

—Lo siento mucho, yo pensé... te juro que...—balbuceo.

—No hay problema —Donghae se encogió de hombros— no es tu culpa, mejor hay que buscar algo que hacer, después de todo ya estamos aquí y ambos tenemos el resto del día libre— sonrío.

— ¿Te gusta el cine?— preguntó Hyukjae, cuando una idea le llegó de pronto a la cabeza.

—La verdad es que no veo mucho, pero las películas suelen entretenerme— pensó un momento— odio el terror, si me vas a llevar al cine que no sea una de terror ¡por favor!— suplicó.

Hyukjae sonrío, también las odiaba, más que miedo, le producían ansiedad, así que se encontraban totalmente descartadas.

— ¡Vamos a la cineteca!— señaló a lo lejos— siempre hay películas que no se transmiten en los cines tradicionales o que se estrenaron hace muchos años, la mayoría de las veces son muy buenas, ¿qué dices?, ¿quieres venir?

—Sí, claro que sí— respondió Donghae emocionado.

Hyukjae indicó el camino y comenzaron a caminar. Durante las épocas universitarias de Hyukjae (antes de tener que trabajar turnos dobles) iba con frecuencia a aquel sitio, pero desde la última vez que lo pisó y hasta esa fecha, ya habían transcurrido muchos años.

Llegaron en un dos por tres al recinto, era un espacio amplio y lindo, estaba diferente porque fue remodelado tiempo atrás, pero aún guardaba ese aspecto agradable que a Hyukjae tanto le encantaba. Ahora ofrecía funciones al aire libre, tenía más salas y más espacios de convivencia: estaba preciosa. Se detuvieron un momento ante la cartelera de películas que ofrecían, había desde cine somalí, ruso, marroquí, hasta el clásico inglés, francés y gringo. Lo único malo es que muchas de las películas que les llamaban la atención sólo tenían una función y era hasta muy tarde, después de reír sobre lo "mal" que estaba saliendo todo, Donghae sugirió ver una película que le llamaba muchísimo la atención, sin mencionar que en sus días de adolescencia los protagonistas eran de sus bandas favoritas.

The Lucky Ones [EUNHAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora