The Lucky Ones [EUNHAE]

4. Un paseo

Ese día Donghae descansó de su trabajo en la cafetería y logró sincronizarlo con el descanso en la tienda de conveniencia, hubiera preferido que fuera el día de su cumpleaños, pero a falta de algo mejor se conformaba con poder descansar un domingo completo, tenía mucho tiempo sin hacerlo. En realidad, no era fan de celebrar su cumpleaños, pues no tenía, además de Seohyun, con quien festejar, pero le hacía mucha ilusión tener un día de vagancia total, ver una serie completa, muchas películas, leer un libro, hacer algo, lo que fuera que le ayudará a relajarse y descansar por completo.

Afortunadamente Hyukjae no iba los fines de semana a la oficina, la jefa siempre le pedía uno que otro trabajo por correo, pero en tanto enviara todo lo solicitado antes de las 11:59 pm del domingo, podía disfrutar del fin de semana. Decidió levantarse temprano y salir a correr, tenía mucho tiempo que no lo hacía pero sabía que ya le hacía falta, necesitaba empezar a correr hasta sentir que el viento le quitaba peso de encima.

Después de terminar de ejercitarse, Hyukjae decidió dar un paseo por el barrio en lugar de volver a casa, no llevaba casi nada encima por lo tanto pensó que sería cómodo. Entró a varias tiendas de ropa, sólo para ver todo lo que le gustaba pero que no quería comprar porque era demasiado caro, almorzó en un puesto callejero y después pensó que pudo haber comido en casa; con un puchero en el rostro siguió caminando y como de costumbre, desde que estaba en la escuela, entró a una librería, no tenía planeado comprar nada, pero siempre le gustaba ir a ver qué había de nuevo o buscar ofertas y terminar con muchos libros habiendo gastado poco dinero. Mientras miraba por los estantes se encontró con la chica que la atendía en la cafetería, ella le sonrío, Hyukjae se sorprendió de que lo recordara, pues siempre había muchos clientes.

—Hola, ¿vives por aquí?— preguntó Seohyun.

—Hola— correspondió el saludo—sí, muy cerca en realidad... ¿tú también vives por aquí?

—Vivo atrás del parque, no literal quiero decir, en las casas que hay por allí— Hyukjae se río por la aclaración y asintió— ¿vienes a comprar algo en particular?— volvió a cuestionar Seohyun.

—Sólo estaba viendo, a ver qué de bueno me encontraba, ¿tú?

—Venía a comprar el regalo de mi amigo, pero ya han vendido todos los libros y el dependiente dice que no traerá más— respondió ella desanimada.

—Ah, eso es tan molesto, ¿qué libro estás buscando?

—Momo— respondió. Hyukjae se encogió un poco, él tenía el libro y desde aquél lectura distraída en la cafetería no lo había vuelto a tocar, seguía arrumbado en su mochila— Mi amigo escuchó a unas personas hablando de él y desde entonces tiene la idea de leerlo, quería dárselo para su cumpleaños, pero supongo que iré a comprarle un par de calcetines, esos también le hacen falta— río.

—Nunca está de más recibir calcetines por el cumpleaños, a mí me haría muy feliz— Hyukjae le devolvió la sonrisa, esa chica siempre estaba alegre y le caía bien. Ahora que sabía que lo recordaba, en el futuro podría saludarla con más confianza— ¿ya fuiste a la librería que está más cerca de la intersección?

—No, ¿crees que allí tengan?—preguntó ilusionada.

—No lo sé, pero en una de esas corres con suerte.

—Tienes razón, iré a ver, ¿sabes dónde hay más?

—Creo que hay una atrás de la tienda de videojuegos pero dudo mucho que lo tengan, aunque no pierdes nada con ir.

—Espero poder conseguirlo.

—¿Quieres que te acompañe?—soltó de pronto Hyukjae, ni siquiera lo había pensado, sólo salió de su boca de repente, así que tomo valor y lo aceptó, su conciencia quería más personas con quien hablar.

— ¿Sí?, ¿seguro?— Hyukjae asintió— ¡Claro!, vamos— respondió Seohyun con un tono entusiasmado.

Anduvieron juntos por gran parte de su vecindario buscando en todos los lugares en los que había libros pero no tuvieron éxito, mientras tanto se habían conocido un poco, también hablaron de trivialidades y se rieron mucho, pues compartían un sentido del humor muy particular. Fue un gran día, tanto Hyukjae como Seohyun estaba contentos de haber pasado la mañana del domingo paseando por aquí y por allá, cuando salieron de la última librería a la que se les ocurrió ir, decidieron volver a casa porque Seohyun debía ir a trabajar en el turno vespertino a la cafetería.

—Es una lástima, a Donghae le hubiera hecho ilusión, ya ni modo, mañana iré a comprarle calcetines.

—Insisto en que los calcetines son igual de útiles que un libro, pero más baratos y fáciles de encontrar.

Por un momento consideró en regalarle su libro a Seohyun para que se lo diera a su amigo, pero dado el tiempo que tenía en su mochila desde que lo compró en un viaje, hasta que decidió leerlo, había pasado más de un mes arrumbado en ese saco misterioso, por lo que el estado del mismo no era bueno y supuso que sería vergonzoso entregárselo así. Desistió de la idea, si fuera más amigo de los dos no le habría importado.

Y ahí había, de nuevo, algo más en común...

¡Ya comencé a leer sus especulaciones con respecto a Seohyun y Hyukjae! Jejejejeje. Voy a seguir disfrutando de sus teorías. Nos vemos el sábado.