9. El centro comercial

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—Querido, eres un imbécil, no nos va a invitar a su casa jamás— espetó Seohyun después de que Donghae le contara la terrible y vergonzosa peripecia acontecida en la casa de Hyukjae. 

—No lo hice a propósito, ¿sabes lo avergonzado que estoy?, iré a comprar un juego de tazas antes de ir a la cafetería, ¿puedes acompañarme?— refunfuñó el castaño.

—Sólo espero que tengas un buen gusto, así podrá perdonarte.

—Por eso te llevo a ti— le guiñó el ojo. 

Ambos terminaron de desayunar, se cambiaron y salieron rumbo al centro comercial.

—Entonces ¿sí me acompañas?, te invito la comida ¿di que sí?— rogó Hyukjae a Heechul.

—¿Me vas a comprar una?

—Dos si quieres.

—¿Y la comida también?— Hyukjae asintió —Vaya, no me voy a volver a reír de que vivas sólo con cuatro platos, cuatro tazas, cuatro cucharas...

Hyukjae rodó los ojos.

—Sólo tú vas de visita de vez en cuando, ¿para qué quiero una vajilla de 12 piezas? No tiene sentido— se defendió.

—Para cuando Donghai visite tu casa no tengas que ir, inmediatamente, a comprar nuevos.

—Donghae— corrigió.

—Sí, lo sé— respondió Heechul.

Hyukjae le hizo una mueca, desde la vez que le contó lo sucedido en la cafetería, siempre que le mencionaba al chico castaño de ojos chocolate a Heechul, éste solía llamarlo "Donghai" sin importar las veces que los corregía y no sabía porqué.

— ¿Y entonces?— preguntó Hyukjae.

—Pues vamos de una vez, adelantemos veinte minutos el almuerzo— respondió Heechul fingiendo que no había entendido la pregunta.

Hyukjae quiso discutir, pero lo dejó ir y en cambio se echaron a andar hasta el centro comercial.

—Yo insisto en que compres esa— Heechul señaló una vajilla roja que tenía 18 piezas.

—Que no, ¿para qué quiero algo tan grande? sólo vine a comprar tazas.

—Pues porque las vas a necesitar.

—Incluso si tú, Seo y Hae van a la casa tendré suficiente para los cuatro.

— ¿"Hae"?— preguntó Heechul, Hyukjae asintió— deberías hacerme caso, Donghai va a romper todo, comprala, me lo agradecerás luego— le guiñó el ojo.

— ¡Mira!

Hyukjae le enseñó a Heechul una taza que tenía la forma del zorro que aparecía en El Principito, además tenía un compartimento para galletas, el pelinegro fue corriendo hasta él, sonreía de oreja a oreja con evidente entusiasmo.

— ¡Comprámela!— dijo Heechul— y mira esta, también quiero esa— tomó entre sus manos una taza que tenía impresos unos gatos muy adorables.

Ambos continuaban ensimismados con el resto de modelos exhibidos, hasta que una voz lo interrumpió...

— ¿Hyukjae?— soltó el recién llegado con un rostro totalmente rojo. 

En ese momento el rostro de Hyukjae dejó de ver las tazas y volteó.

— ¡Donghae!, hola, ¿qué hacen por aquí?— preguntó acercándose hasta ellos.

—Vinimos a comprar... tazas— repitió Seohyun confundida.

The Lucky Ones [EUNHAE]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora