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Comenzaron por la tarde de un día cualquiera.

Jungkook estaba tumbado en el sofá con la cabeza sobre las piernas de Taehyung mientras veían una película aburrida. Lo más probable era que ambos se durmieran antes de la mitad. Su novio le hacía mimos distraídamente con una mano y, con la otra, navegaba entre cientos de webs diferentes de juguetes para bebés, como llevaba haciendo prácticamente todos los días durante el último mes.

En serio, su casa parecía un parque para niños a prueba de golpes.

Acababa de decidir que prefería ir a la cama en lugar de quedarse dormido allí. Taehyung ya no podía cargarle con tanta facilidad y no quería ser despertado cuando la película terminara. Taehyung le dio un beso en la frente, deseándole buenas noches, y él se incorporó para levantarse.

La contracción fue tan fuerte que se sentó otra vez.

—¿Estás bien? —preguntó Taehyung, dejando el ordenador portátil sobre la mesa. Jungkook no lo sabía, pero el dolor repentino había terminado, de modo que asintió.

Casi una hora más tarde, ya a punto de dormirse en la cama, volvió a ocurrir.

No quiso alarmarse, últimamente las patadas de la bebé eran fuertes. Casi dolían. Después de todo estaba a punto de salir de cuentas. Decidió esperar despierto y, al cabo de un rato, ocurrió de nuevo.

—Tae. —susurró Jungkook, sacudiéndole suavemente. El hombre abrió un solo ojo. —Creo que estoy...

Oh.

—C-Creo que acabo de romper aguas. —se corrigió.

Sí, definitivamente acababa de hacerlo.

Taehyung emitió un sonidito afirmativo y totalmente ausente y cerró los ojos otra vez. Jungkook estaba tenso, el líquido entre sus piernas mojando la cama como si fuera un niño pequeño que se ha orinado mientras dormía, pero suspiró y, en lugar de estresarse, le acarició el cabello. Últimamente había crecido bastante, sus raíces eran levemente más oscuras y las puntas azules claro le cubrían los ojos cuando no estaba echado hacia atrás.

Había ganado la apuesta, pero no le importaría dejar que su novio le tiñera el pelo si podía asegurarle un resultado como el suyo.

—Eso significa que tenemos que ir al hospital. —susurró despacito, acariciándole la mejilla para que despertara. —Significa que Naeun quiere nacer ya.

—Naeun... —Taehyung se removió y Jungkook sonrió, enternecido.

—Sí, amor, la bebé.

—Hospital...

—Sí, amor, ahora mismo.

—Pero...

—No, amor, tiene que ser ahora mismo.

Taehyung gruñó sin moverse, pero eso fue suficiente para que Jungkook se levantara y se metiera en el baño.

—Cuando salga, quiero que estés preparado. —le advirtió antes de cerrar la puerta, viendo cómo el hombre se retorcía más entre las mantas. Secretamente, esperó que se topara con la zona húmeda.

Unos segundos después, un chillido le comunicó que Taehyung había vuelto oficialmente en sí.

Se duchó rápidamente, se vistió lo suficientemente bien como para salir por la calle con algo cómodo y amplio y se lavó los dientes. Jeon Jungkook no iba a tener a su retoño con aliento de recién levantado. Cuando salió del baño, Taehyung no estaba en la habitación y, después de meter las llaves y algunas cosas para la bebé en el bolso, lo vio esperándole en el coche.

Batterer 『TaeKook』Where stories live. Discover now