Era minúsculo en la paz de su sueño. Totalmente vulnerable ante cualquier peligro. Totalmente... precioso.

—¿Dónde está Jin, por cierto? —preguntó Taehyung, y sólo cuando su aliento le rozó la oreja Jungkook se dio cuenta de que estaba justo detrás de él. Sonrió.

—Ha ido a pedirle al enfermero una manta más. Hace un poco de frío y se ha puesto paranoico porque he estornudado. —La voz de Namjoon sonó tal y como sonaba la de Sooyoung cuando rodaba los ojos. —Basta con que digan que mis defensas estarán bajas unos días para que se vuelva loco.

Jungkook escuchó el bufido burlón de Taehyung y se rió, porque ese era exactamente su comportamiento con respecto a la salud. Irónico. El bebé se removió y él se giró hacia Namjoon antes de correr el riesgo de despertarlo, pero este le sonrió, señalando la cuna.

—¿Quieres cargarlo, Jungkook?

—¿En serio?

—Pues claro que sí. —Se adelantó Jimin, y Namjoon asintió. —¿Para qué otra cosa crees que os he invitado? Vas a tener un bebé igualito, necesitas práctica.

Jungkook quiso rechazar la propuesta amablemente, pero se encontró con que tenía ganas reales de cargar al niño. Miró a Taehyung y este se encogió de hombros hacia él, sonriendo.

Vale.

Se acercó a la cuna de nuevo y vio que el bebé ya estaba despierto, devolviéndole la mirada con ojos grandes y curiosos, profundamente azules. Casi como si le retara a hacerlo. Tras repasar internamente la información aprendida sobre el manejo de los recién nacidos, metió las manos y lo sacó.

Era más sencillo de lo que imaginaba. El niño era ligero y se acoplaba bien contra su pecho, acurrucado y calentito entre sus brazos. Además estaba tranquilo, lo cual fue un punto a su favor. No estaba seguro de cómo habría reaccionado si se hubiera puesto a llorar por su culpa.

—Es precioso, Namjoon. —No pudo evitar comentarlo cuando el bebé gorjeó suavemente, apretándose contra él.

¿Estaba mal si lo robaba?

Taehyung se acercó y le tocó la mejilla al niño.

—¿Cómo se llama? —preguntó.

—Doyoung. —dijo Namjoon, sonando lleno de orgullo.

—Hola, Doyoungie. —Taehyung le picó la nariz. —Hola, bebé.

Como si reconociera su propio nombre, el niño enrolló los deditos de su mano alrededor de su pulgar, con los ojos apenas abiertos. Jungkook sonrió, enternecido, y lo meció un poco para que se durmiera del todo.

—¿Por qué interactúa más con vosotros que conmigo? —Se quejó Jimin en voz alta. —Se supone que yo soy su tío.

Cuatro claros "shh" le hicieron callar.

Lo mejor de los bebés recién nacidos, a su manera de ver, era la facilidad que tenían para dormirse en cualquier situación. En apenas unos segundos, estaba completamente inconsciente, aún aferrado con todas sus escasas fuerzas al dedo de Taehyung, que parecía hipnotizado. No podía culparle. Él también lo estaba.

—Ya estoy aquí. —anunció una voz. Un hombre cargado con mantas entró en la estancia, depositándolas a los pies de Namjoon antes de darle un beso en la mejilla. Luego les miró y sonrió. —Taehyung, hace meses que no te veo.

—Hola, Jin.

—¡Oh, y seguro que tú eres Jungkook! —El hombre aplaudió cuando Jungkook asintió, procurando no moverse mucho. —Soy Seokjin, el esposo de Nam. Jimin nos ha hablado muchísimo de ti y...

Batterer 『TaeKook』Where stories live. Discover now