III

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Styles. Louis sentía que conocía ese apellido, lo había escuchado quizás alguna vez de su padre, pero no estaba del todo seguro de que persona se trababa.

Las puertas de la gran casa fueron abiertas, dando paso a una elegante recepción, aquellos grandes alfas empujaban dentro al omega sin pudor alguno.

– Te dije que puedo entrar solo —se zafó del agarre, limpiando con asco el lugar donde antes yacían las manos de los alfas.
Soltó un suspiro, alzó el rostro y se adentró al lugar con total elegancia.

En la espaciosa recepción, se encontraba un hombre alto y algo viejo. Un alfa dominante.
Notaba el fuerte olor a furia que expulsaba de cada poro de su cuerpo, volviéndose sumiso, pero escondiéndo aquella actitud a la perfección.
El alfa, con una mirada seria, se dio media vuelta retirándose del lugar.

Estaba asqueado y terriblemente asustado.
El estar frente a hombres mayores se había vuelto costumbre para el joven omega, aunque contaba con unas débiles feromonas, su aroma era exquisito para quienes podían persivirlo.
No era un aroma común en omegas, pero eran la mezcla perfecta. La menta y chocolate con un exquisito toque de tabaco, eran la combinación perfecta.

Louis, sin poder controlarlo, empezó a expulsar débiles y amargas feromonas de miedo.

- Yo... me lo llevaré- dijo uno de los empleados, tomando la mano de Louis para luego salir  corriendo hacia la gran escalera que dirigía al segundo piso.

- Soy Niall, seré tu empleado desde ahora —se presentó, rompiendo el incómodo silencio que se había formado entre ambos.

- Louis— respondió, apartando la mirada del castaño, luchando por contener las lágrimas que empezaban a inundar sus ojos.
Hacia mucho tiempo que alguien se dirigía hacia él con respeto.

- Sé que probablemente tienes miedo, pero Harry es bueno, lo prometo —sonrió— es algo torpe y no sabe mucho como expresar lo que siente, también es torpe hablando tu idioma, pero juro que hace su mayor esfuerzo.

Los omegas caminaron juntos por el extenso pasillo, hasta detenerse frente una puerta.

- Esta es la habitación del amo, podrías considerarla tuya también — jugó nervioso con sus manos— Puedes pasar y arreglarte, el amo te espera al final del pasillo en su oficina.

— ¿No puedo solo esperarlo aqui?

— No,  son órdenes del amo, no puedo hacer nada al respecto, lo lamento.— Niall le regaló una de sus sonrisas más sinceras— Puedes ir cuando estés listo, pero no hagas esperar mucho al amo.

- Gracia Niall — respondió— ¿Puedo darte un abrazo? —preguntó, mientras sus ojos se llenaban de lagrimas.

— Claro — se acercó, atrapando en un cálido abrazo— No tienes que asustarte, él no te hará daño — le susurró— Debo irme, con permiso.

Louis tomó un gran respiro antes de entrar a la habitación.
Las feromonas del alfa haciéndose presentes al instante.

Desabrochó su ropa, cargó y  colocó sobre el buró el arma que había robado del pantalón de Niall al abrazarlo.

Caminó directo al baño, lavó su cuerpo y su interior, por si su improvisado plan no resultaba.

Se colocó sus shorts beige, que ayudaban a ocultar sus muslos anchos y el arma oculta en uno de ellos, y la delgada camisa que cubría hasta sus rodillas.
Aunque vestir de aquella manera no le agradaba del todo, era lo único que se le permitía usar donde antes vivía.

Abrió la puerta de la habitación, y alzando su rostro, caminó con pasos seguros hacia la oficina del alfa.

Admiró la puerta durante unos minutos, tenía un sutil arte en oro que la adornaba, hojas de laurel y la "H" escrita en una perfecta y pulcra caligrafía.

Tocó la puerta, siendo recibido por uno de los guardaespaldas de la familia, quien amablemente lo invitó a pasar.
El olor a bosque y café, invadió la habitación. El olor era realmente delicioso y realmente fuerte. No se sentia como el de un alfa dominante.
Tenia frente a sus narices a un alfa puro, por primera vez en su vida estaba frente a uno, y estaba siendo cautivado por el exquisito olor del hombre que le daba la espalda.

Relamió sus labios, y empezó a caminar con delicadeza hacia él, mientras metía una de sus manos en sus pantalones, sacando el arma.

— I'm your favorite candy bar — cantó bajito— I'm your sweet and favorite cherry pie — apuntó el arma a la cabeza de Harry.

— Benvenuti alla Fratellanza, omega [Bienvenido a la Fratellanza, omega] — soltó, repitiendo la acción del omega.

Alfa y omega apuntando a sus cabezas.
Harry manteniendo una expresión neutra en su rostro, sin apartar la mirada de Louis.

— Anche volendo, sai che non puoi spararmi, coniglietto. [Incluso si quieres, sabes que no puedes dispararme, conejito.] —arrastró las palabras, con aquel exquisito acento que hizo temblar las piernas de Louis.

Harry, empezó a caminar hacia el omega frente a él, tomó la punta del arma con la palma de su mano y la apuntó hacia el piso.

– Es de mala educación robarle el arma a mis empleados, Louis.

— Lo siento —soltó entre dientes.

— ¿Lo siento qué?

— Lo siento, señor —gruñó, haciendo que el azul de sus ojos se tornara amarillento.

— Bravo ragazzo [Buen chico]

Louis inclinó la cabeza en señal de confusión, frunciendo su ceño.
Harry sonrió en respuesta, una sonrisa pura en un rostro duro, como una rosa brillante entre un prado de flores muertas.

Louis pensó en ese instante que Harry tenía la sonrisa más hermosa que alguien jamás le había regalado.
Harry pensó que Louis tenía los ojos más hermosos de este planeta.

Aunque aquel pensamiento se esfumó con rapidez de la cabeza de Louis, haciendo que nuevamente sus ojos brillarán en un tono amarillento ante su notable enojo.

— Eres un cachorro asustado —murmuró el alfa, pronunciando de manera lenta y alargada cada palabra, pintando de bordo sus ojos.

Un tenso silencio reinaba en la oficina del joven amo, alfa y omega mirándose de manera dura sin apartar su vista del otro.

— Te mostraré la casa.

— No quiero —respondió entre dientes.

— ¿A caso te pregunté si querías? Mueve el culo, ahora — ordenó, con sus ojos bordos brillando con molestia.

— No me voy a mover.

— Es una puta orden Louis, o...

—¿Oh que me harás Harry?, no te tengo miedo.

— No deberías temerme, pero a mis feromonas sí —sonrió ladino — si no quieres empezar a mojarte y probablemente entrar en celo, será mejor que te muevas.

Louis, con brillantes ojos amarillos, maldijo en todos los idiomas posibles,al alfa frente a él.
Debía buscar una forma de escapar, lo más rápido posible.
Aunque aquel todo alfa no le daría el camino fácil.

All the love, Ash.
Besitos mafiosos, muaaaa

Fratellanza (L.S) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora