Louis, desde su adolescencia, fue prostituido al presentarse como omega recesivo.
Harry, futuro heredero de la más grande mafia de toda Italia, compraría al omega sin saber las consecuencias de aquello.
La punta y la base de la gerarquia unidas por...
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- Te reservé una cita con la hija de Jeffrey, te casarás con ella -aseguró, mirando a los ojos a su hijo- Edward, necesito que madures de una jodida vez.-soltó frustrado- El día que yo no esté más aquí, todo lo que lleva nuestro apellido y el nombre de la Fratellanza será tuyo, necesito que estés listo. Las personas que nos odian podrían atacar para conseguir todo nuestro poder, debes estar preparado para el día de mi muerte.
- Me lamenta decirte que no necesitaré a ninguna de las hijas de tus malditos socios. - sonrió -, compré un omega, depende de su comportamiento si se queda o lo ponemos a trabajar o se regresa a su hogar -afirmó- Y sobre su tu muerte, si cualquier persona se atreve a tocar a mi gente, verá las putas llamas del infierno arder sobre sus pies.
- ¿A quién mierda le compraste un omega?, Edward -apretó sus dientes, y sus ojos oscurecieron a un tono rojizo, eliminando todo rastro de aquel verde de sus ojos.
- Parece que solo escuchas lo que menos importa -suspiró- Se lo compré a los Tomlinson, padre. - soltó, consiente de la gran rivalidad que existía con aquella familia inglesa.
- Sei un idiota, hai comprato l'omega del nostro rivale [Eres un idiota, compraste el omega de nuestro rival]- gritó Massimo.
- Shhh, zitto papà non sono in vena di ascoltarti [Shhh, cállate papá, no quiero escucharte] -sonrió, colocando uno de sus dedos sobre sus labios.
El alfa, se retiró de la oficina de su padre ignorado por completos los gritos y gruñidos de este.
Caminó por los pasillos hasta llegar a la recepción de la extensa mansión,
- Le cose che ho ordinato per l'omega sono già arrivate? [¿Ya llegaron las cosas que pedí para el omega] -preguntó dulcemente al joven beta que caminaba con rapidez.
- Si, giovane maestro [si, joven maestro] -respondió, sonriendo levemente.
- Grazie, puoi continuare con il tuo lavoro [Gracias, puedes continuar con tu trabajo] -ordenó amablemente.
Caminó distraído hasta su extensa habitación, soltando un largo suspiro.
― ¿Qué es esta extraña sensación en mi pecho? ― se dijo a sí mismo, perdiéndose en sus pensamientos.
Era consiente de lo que su imprudente acción podía causar. Cada una de sus decisiones siempre eran imprudentes en los ojos de su padre. Toda decisión que tomaba siempre era errónea, toda acción que realizaba tenía como recompensa una mirada de desagrado por parte del viejo alfa. Massimo quería que su hijo llevase al altar a alguna de las hijas de sus adinerados socios. Harry se negaba rotundamente a la idea, no quería que su padre decida sobre su felicidad, luchando contra la sensación de que este sería capaz de arrebatarle aquello que quería por no paracerle, "moralmente correcto".
