Un segundo cinturón de seguridad | AsaNoya

349 26 33
                                    

Género: G, fluff.

Tema: Afecto, viajar en avión, miedo a volar.

Advertencia: Hay spoilers del arco final.

Notas: Que no se pierda la costumbre de subir más tarde de lo que debería por olvidar hacer cosas (la ficha y el separador), wuuuuuu. Este es mi aporte del primer día de la AsaNoya Week, donde escogí el tema Afecto. Va acompañado de un fanart que lightlylaso hizo de una de sus escenas, así que fíjense al final para que no se lo pierdan 💖 Dedicado a pasivagresiva porque esto se me ocurrió en una conversación que tuvimos por comentarios en FB~

 Va acompañado de un fanart que lightlylaso hizo de una de sus escenas, así que fíjense al final para que no se lo pierdan 💖 Dedicado a pasivagresiva porque esto se me ocurrió en una conversación que tuvimos por comentarios en FB~

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A pesar de que los aviones se consideren uno de los medios de transporte más seguros, Asahi no puede evitar el nerviosismo que se queda a nada de congelarlo cada vez que toma uno. De acuerdo, en realidad solo ha volado en una ocasión tan reciente como apenas la semana pasada, ¡pero está abordando el segundo justo ahora y nada ha cambiado!

Puede parecer poco tiempo para estar por viajar de nuevo, pero diez años de conocer a Yuu —más de la mitad de ellos como pareja, debe destacar— le han contagiado parte de su espontaneidad. Aunque planearon reunirse en el Polo Norte, Asahi descubrió que aún quedaban asientos libres para ir a Egipto unos cuantos días antes al momento de comprar los boletos, y como el otro justo estaría allá en esa fecha, decidieron adelantar el encuentro. Fue un cambio drástico, prácticamente improvisado, que valió la pena; verse más pronto de lo que habían acordado después de tanto ha sido un incentivo mayor que conocer las Pirámides.

El asunto es que las horas previas al reencuentro fueron bastante mortificantes. No fue tan buena idea ser un primerizo solitario. Desde el momento que pisó tierra extranjera por primera vez, ha estado pensando en cómo hará para sobrevivir a los numerosos vuelos que le esperan en este tour, y no precisamente por estar calculando sus estadísticas fatales. No se pregunta cómo Yuu se acostumbró a las turbulencias, recuerda que le contó cómo se sorprendió al inicio para después quedarse dormido por el resto del trayecto; solo se preocupa un poco si son insistentes. No le extraña que la experiencia sea así viniendo de él. Por su parte, siente que la ansiedad que ha ido dejando atrás regresa en forma de escasa voluntad de subir al avión de solo imaginar ese movimiento repentino. Debe ser el castigo por salir del país en plenos Juegos Olímpicos en la ciudad donde está viviendo, y más cuando conoce a varios de los voleibolistas participantes.

No es un secreto para su novio, le informó de su miedo en cuanto le pidió que le dijera qué tal había sido ir por aire, y eso fue apenas en la primera media hora juntos. Yuu le aseguró que su compañía en los próximos vuelos lo relajaría durante su vuelta al mundo, al punto de adaptarse y ya no necesitar a alguien a su lado en el futuro. Eso implica que confía en que habrá perdido el pánico para cuando vuelva a Japón; a Asahi casi le apena que crea tanto en él, casi. Los años le han hecho tenerse más fe, también sabe que siempre es así con el menor.

¡Uno más!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora