Clavel estriado | UshiOi

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Género: G.

Temas: College!AU (o más como post-canon), lenguaje de flores, malentendidos.

Nota: Este fue mi aporte al día 4 de la UshiOi Week 2017, cuyo tema era Cambio de roles/Personas alternas, solo que no me apegué tanto a eso porque apenas se nota. También es uno de mis one-shots favoritos, desearía que tuviera más atención ;-; El lindo fanart de abajo fue hecho por KiwiBonito 💖

 También es uno de mis one-shots favoritos, desearía que tuviera más atención ;-; El lindo fanart de abajo fue hecho por KiwiBonito 💖

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Los malentendidos podían originarse hasta de donde menos lo esperaría. Desde que se conocieron en la secundaria, Ushijima había sido quien irritaba a Oikawa incluso con solo su presencia, aunque eso no era intencional. Luego de comprender un poco que todo era producto de su franqueza y de acostumbrarse al poco tacto inconsciente que a veces tenía al hablar, sus primeros meses de universidad fueron más tranquilos de lo que imaginó al haberle cogido paciencia.

Alrededor de la cuarta semana, por circunstancias del equipo, él y algunos compañeros fueron al apartamento de Ushijima, y fue ese día que descubrió que vivían demasiado cerca. No podía decir que eran vecinos, pero sus residencias se encontraban en la misma avenida a solo una cuadra de diferencia. No planeaba contárselo, quién sabía lo que haría de conocer su dirección; pero un error sí cometió: el balcón estaba adornado por muchas flores hermosas y no pudo evitar elogiarlo. Eso llevó a una corta conversación sobre si le gustaban las flores, que desde la preparatoria él era el encargado de las plantas en su casa y de la ausencia de las mismas en la vivienda de Oikawa; además de algunos comentarios relacionados al tema de los demás.

No fue cuestión de muchos días que Ushijima le pidiera caminar con él hasta su apartamento después de la práctica porque tenía algo que mostrarle. Oikawa quiso inventar una excusa, pero le aseguró que no tomaría mucho tiempo. Esperó unos minutos en la recepción del edificio y cuando el más alto regresó por el ascensor, le sorprendió el girasol naranja en maceta que cargaba en sus manos.

—Si solo ibas a mostrarme una flor, era más fácil que... —Frenó al ver que extendió los brazos hacia él—. Espera, ¿es para mí?

—Dijiste que te gustaban las flores, pero que no tenías en tu apartamento. Me pareció conveniente regalarte una.

—Ah, entiendo. —Oikawa no estaba muy seguro de cómo reaccionar a esto, así que solo miró a la flor con curiosidad al tomarla—. ¿Y eso que escogiste darme uno naranja y no el típico amarillo?

—Sentí que el naranja iba más contigo.

—Hm. —¿Por qué pensaría que le gustaría más un color que le recordaba a su última derrota?—. Gracias.

—De nada.

Era algo demasiado extraño, a su parecer. ¿Le regalaría cualquier cosa que dijera no tener aunque le gustara? Tampoco se explicaba por qué un girasol y no una flor más común, tal vez una planta de rosas bebé porque las rosas normales no eran adecuadas para un apartamento; luego imaginó que eso se habría visto romántico y solo le dio una que no se relacionara con el amor. Cual fuera la razón, ahora tendría que aprender a cuidar un girasol, porque en su vida había hecho algún acto de jardinería aparte de robar las flores de arbustos en la calle o arrancar la grama alrededor de donde se sentaba.

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