Nightmare. -Obito Uchiha-

𝑉𝑒𝑖𝑛𝑡𝑖𝑠𝑖𝑒𝑡𝑒.

Kakashi se encontraba sobre mí para asegurarse de protegerme, yo simplemente mantenía mi atónita mirada hacia el frente, donde ahora también se erguía una persona más; Uchiha Madara. Notaba que el mismo hablaba con el otro pelinegro, conversaron durante unos segundos hasta que finalmente el contrario se acerco hasta Obito para sujetarlo por el hombro para al parecer hablarle al oído.

Después de ello el rostro de mi compañero paso de ser uno abatido y confundido a uno que emanaba completa decisión por cada poro de su piel.

—¡Son todos tuyos! —Madara mantenía una sonrisa maliciosa al tiempo que con gran velocidad se dirigía hasta los dos jinchurikis.

—¡No te lo permitiré! —Guy saltó para impedir el trayecto del azabache, dejándonos a Kakashi y a mí ante el otro Uchiha.

—¿Por qué haces esto Obito?

El platinado miraba de manera abatida al otro varón. —No tengo porque darles explicaciones, no son más que basura y ahora mismo me encargaré de que no interfieran más. Simplemente queda la batalla final.

—¡Entiéndelo, tienes las ideas equivocadas!

—Basta de intentarlo Kakashi. Si él no quiere aceptarlo por las buenas tendremos que obligarlo a que vea la realidad a golpes.

Obito utilizó una técnica para que shurikens se comenzarán a dirigir hasta nosotros.

—¡Doton: Doryuheki!

Un muro de roca realizado por el jutsu del Hatake ascendió frente a nosotros para cubrirnos del ataque de Obito, ambos nos llevamos un gran sorpresa cuando el último apareció con un gran shuriken en su mano, traspasando milagrosamente la barrera. Rápidamente quise aproximarme para poder patearlo pero él me traspaso como si nada, rechiste con enfado ante ello; en cuanto iba a girarme note como el azabache enterraba el arma en la pierna de Kakashi, provocando que trastabillara y recargara su pierma herida en el suelo.

—Será divertido deshacerme de ustedes uno por uno —después de pronunciar aquello con una fuerte patada mando lejos al Hatake.

—¡Kakashi! —Una nube de polvo se levantó a cierta distancia, producto del fuerte impacto que tuvo el otro varón al caer.

—Comenzaré contigo.

Él me enterró por igual el shuriken para tomarme fuertemente con su otra mano por una de las muñecas, de la nada comencé a ser absorbida y finalmente sentí como caía de costado en una superficie. Me senté con dificultad por mi nueva herida mientras me dedicaba a observar a mi alrededor, nunca había visto nada parecido a esto. Sentí una presencia emerger a mis espaldas así que como pude me levante ligeramente para recargarme en manos y tomar impulso para direccionarme a otro punto distinto, en cuanto llegue hasta otra dirección al caer posada en mis piernas flaqueé por la herida en una de ellas.

—Estás logrando sacarme de quicio Obito. —Pose mi rodilla en el suelo mientras miraba algo molesta al azabache.

Él liberó una risa amarga. —Deja de actuar como si me conocieras; a mí está sacándome de quicio tu actitud.

—Veamos quién cede primero entonces. —Me levanté para después romper un trozo de la ropa que cubría mi brazo izquierdo, él miró con sorpresa la protesis mientras yo ataba con fuerza la tela sobre la herida. —Será algo complicado utilizar el elemento agua, como bien sabes se necesita que haya agua cerca para poder realizar los jutsus, pero teniendo esto desde niña he logrado manejarlo mejor poco a poco.

—¿Elemento agua? —Lo vi mantenerse pensativo durante unos segundos para que después él terminara sacudiendo su cabeza en negación. —Una mera casualidad, Kakashi sí que se esforzó en encontrar un remplazo muy parecido.