𝑈𝑛𝑜.

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-Años atrás-

—Leiko deprisa, en serio caminas muy lento. —Kakashi no dejo de caminar al tiempo que hablaba.

—Tú lo dices porque no tienes que cargar con todas estas bolsas, sería mejor si me ayudaras.

—No lo creo —él siguió caminando, pero se detuvo y giró su vista al no escuchar mis pasos detrás de él. —¿Leiko?

El platinado se acercó a mí mientras mantenía sus manos en sus bolsillos, una vez a mi lado se quedo mirándome durante unos segundos, esperando que reaccionara, al ver que no era así miró hacia el lugar donde yo tanto observaba concentrada.

—¿Qué pasa? —Pronunció él sin entender por qué miraba tanto al infante azabache.

—Es lindo... —Sonreí levemente al terminar de decir aquello, mirando por fin a Kakashi, un tanto avergonzada.

—¿En serio él? ¿De tantos chicos existentes tenía que ser ese torpe? En serio que cada vez me sorprendes más, pero, son tus gustos.

Kakashi finalizó para después encogerse de hombros en un gesto de no darle importancia. Me volvió a dar la espalda y siguió caminando, suspiré agotada mientras rodaba los ojos por su actitud, con algo de esfuerzo subí un poco más todas las bolsas para evitar tirarlas.

—¡A un lado todos!

Ante la gran cantidad de bolsas no supe de donde provenía aquel grito y sentí como empujaban mi cuerpo, para por consiguiente caer de forma estrepitosa en el suelo. Había caído de frente y por ello me golpeé la naríz con fuerza contra el suelo al no poder ni siquiera frenar la caída con las manos.

Libré un quejido de dolor ante aquello y me senté sobre el suelo mientras dirigía una mano a mi nariz, cubriéndola para evitar derramar la sangre que de la misma brotaba. A poca distancia de mí se hallaba el niño que tanto miraba, en cuanto le iba a reclamar él se levantó con velocidad y salió corriendo de nuevo.

—¡Lo siento, llevó mucha prisa!

Observé como él desaparecía entre la multitud; me asuste al no sentir el collar rodeado en mi cuello, mi pozos tornados en preocupación recorrían el suelo tratando de encontrar aquel collar, poco importandome todos aquellos productos que salieron de las bolsas para esparcirse por el suelo, mi vista se nublo un poco por las lágrimas que querían salir ante mi exasperación.

—A veces eres muy boba.

Miré hacía arriba, encontrándome con la típica mirada desinteresada de Kakashi. Aunque ahora era cubierta por un deje de preocupación.

—Kakashi, no lo encuentro, lo he perdido y... —Él no me dejó terminar y extendió frente a mis ojos lo que era mi collar, ahora destrozado.

—Lo he encontrado, aunque ya no en completo estado.

Retiré las manos de mi nariz, importandome poco el manchar mi cara y ropas con la sangre que escurriría; para así poder tomar el dije, lo miré con gran tristeza y sólo lo pegué a mi pecho.

—Ami.

Dije levemente sollozando y sintiendo los brazos de Kakashi rodearme un poco.

-Actualidad-

Iba saliendo de la academia, hoy había sido la ceremonia de apertura y sólo había faltado alguien, Obito Uchiha, Rin fue la que tomó el sobre perteneciente a él, inconscientemente coloqué mi mano en la zona del cuello y mi mirada se torno triste.

De la nada sentí como alguien con su brazo me jalaba del hombro y me pegaba a él, giré mi vista y era Kakashi, este mantenía su mirada seria y yo sonreí levemente, a un lado de Kakashi se encontraba Rin, la cual al ver como me encontraba con el Hatake frunció su ceño. A lo lejos se escuchaban pasos apresurados, por lo cual miré hacia al frente y pocos segundos después apareció Obito, trate de colocarme seria, pero sólo logré realizar una extraña mueca y Kakashi al notarlo soltó un suspiro.

—Alguien como tú no tendrá la capacidad de ser un ninja, Obito.

Kakashi y yo inspeccionabamos a Obito con la mirada y este sólo rascó su nuca nervioso, tratando de apartar la vista.

—No seas tan agresivo con él Kakashi.

—No lo soy Rin, tú eres la que es blanda con él. ¿O no Leiko? —Habló Kakashi tratando de incluirme, pero aparte la vista y él disimuladamente me dio un pellizco, motivo por el que liberé un quejido.

—¿Estás bien? —Se acercó el azabache, con una mirada un tanto preocupada.

—Sí.

Dije a secas mientras me alejaba de él unos pasos, me miró con una expresión de duda. No sé qué me molestaba más, el que por su culpa se haya roto mi collar, o que ni siquiera sepa de ello.

—Toma Obito, con esto podrás completar tu inscripción. —Ante la voz de Rin él dirigió su total atención a ella.

—¡Ah, muchas gracias Rin! —Pegó el sobre a su pecho y le sonrió sonrojado a la castaña.

—Yo me largo, hasta luego.

Comencé a caminar mientras alzaba mi mano sin mirar atrás y me despedía de ellos. Llevaba un gesto molesto en mi rostro por lo que sucedió.

—Me voy contigo Leiko.

Kakashi me alcanzó y ambos comenzamos a caminar, miré hacia atrás para ver como Rin veía al piso triste y el Uchiha trataba de animarla. Le puse atención a Kakashi cuando él me golpeo suavemente la frente para llamar mi atención.

—Ya haz algo, me desesperas.

—No sé de que hablas —fingí no entender lo que quería comunicar y miré a otro lado.

—Olvidas que te conozco mejor que nadie, así que no trates de hacer el tonto a ninguno de los dos. —Hubo un silencio durante unos segundos ante su espera de que yo pronunciará algo, al ver que no era así prosiguió. —Es obvio que te atrae, y si sigues con esas actitudes lo que menos lograrás es acercarte a él.

—Pero por su culpa...

—No. —Me calló antes de que finalizara mi oración. —Tú bien sabes que aquello no fue más que un accidente, que no hayas querido hablar sobre ese tema con él es otra cosa.

No respondí ante todo ello porque sabía que mi amigo tenía razón, de nuevo ante mi silencio él decidió continuar con otro tema en la conversación.

—No entiendo por qué siguen viéndonos como si fueramos pareja, he tratado de aclarar muchas veces que sólo somos amigos.

—Tal vez es tu comportamiento conmigo lo que les hace pensar eso —seguí la conversación.

—Tú eres la única a la que considero mi única y verdadera amiga, así que por obvias razones sólo soy así contigo.

Nightmare. -Obito Uchiha-Kde žijí příběhy. Začni objevovat