—Harry, quiero verte, por favor, déjame verte.

El ojiverde soltó un suspiro tembloroso y asintió, se levantó del piso y caminó hasta la cama, se posicionó en el centro, dándole a Louis una vista perfecta.

Volvió a lo que estaba haciendo antes, esta vez, simplemente haciendo la ropa interior hacia un lado y bombeándose con lentitud. Dejó de aferrarse a las sábanas con la otra mano y descendió hasta su entrada, húmeda y lubricándose a sí misma. Primero insertó un dedo y jadeó ante la sensación cuando no fue suficiente e introdujo un segundo. Al sentir un familiar cosquilleo en su vientre se detiene y se sienta en la cama, con la respiración agitada. Se estira hasta tomar a Louis por la corbata y lo jala hacia él, acostándolos en la cama, une sus labios por unos segundos antes de cambiar la posición para que el ojiazul quede debajo de él.

Sentado en su regazo, siente el bulto del castaño directamente en su entrada y se mueve sobre él.

—Quiero tu nudo dentro de mí, te quiero dentro de mí, alfa—y ese es el omega dentro de él hablando, rogando por sentirse tan lleno que luego no pueda caminar.

Le baja los pantalones junto a los boxers y avienta la ropa al piso.

Empezó con su mano, moviéndola arriba y abajo y cuando la respiración de Louis comenzó a subir de velocidad, sacó la lengua y lamió la cabeza.

—Mierda, omega.

Introdujo el miembro del alfa en su boca, jugó un poco con la cabeza del pene del castaño antes de notar que se volvía un poco rojiza y separarse.

—Fóllame, Lou.

Con esa frase le cedió el control de la situación a Louis, quien volteó una vez más la posición en la que estaban. Puso a Harry en cuatros y con una mano, le empujo la cabeza hacía el colchón, logrando que arqueara la espalda y su cara quedara apretada contra la sábana desordenada. El omega sintió la lengua de Louis dentro de él y el rastro de una barba cosquilleándole los testículos.

—Tan dulce—dijo el mayor sobre su entrada, creando vibraciones con su voz que se fueron directo al miembro del rizado. Louis extendió su brazo y con la mano libre que no estaba usando para separar el trasero de Harry, masturbó al ojiverde y unos minutos después, sintió algo caliente en su mano, que también manchó las sabanas de aquel hotel.

—Lou-is, ah-

Gimió cuando una porción de su cabello fue tomado en un puño, por el alfa. Y luego, con algo de brusquedad, Louis estuvo dentro de él. Enterrándose tan profundamente como el cuerpo de Harry se lo permitió y el omega se encontró duro de nuevo.

Harry quería sentir a su alfa por días.

Y comenzó a moverse, primero lento, jalándole el pelo a Harry al mismo tiempo.

—Voltéate—le ordenó con la voz ronca y Harry le hizo caso.— Quiero ver cuando te corras.

Louis subió una pierna de Harry a sus hombros y eso le dio un mejor acceso al omega, aceleró el ritmo y cuando notó que el omega se cansaba de mantener su pierna casi al aire, Louis se inclinó sobre él, rodeando la cintura de Harry con un brazo y apoyando su peso con el otro. Besó los labios del omega, probándose a sí mismo sobre ellos y sonriendo triunfal ante aquello, después fue bajando hasta llegar al punto casi punzante en donde la mordida tenía que ir.

Tan tentador.

Sintió la mano de Harry chocar con su abdomen, dándose cuenta de que estaba dándose placer a sí mismo y por la apariencia del miembro del omega, estaba cerca de correrse una segunda vez. Y de pronto, Harry dijo algo, tan rasposo y con la voz tan cruda que le dieron escalofríos.

—El lazo. Quiero-quiero... ya.

—¿Estás—una estocada— seguro?—preguntó agitado, volviendo un poco en sí, lo suficiente para pedir consentimiento

—S-Sí.

Louis hizo lo mismo que antes, besó los labios rosados de Harry y luego dejó un rastro de besos húmedos por el cuello hasta llegar a ese punto en donde su mordida pertenece.

—Borraré esto, bonito—dijo, refiriéndose al débil fantasma de una marca (hecha sin consentimiento).— Te amo—balbuceó y sus dientes se encajaron en la piel de Harry al mismo tiempo que enterraba su miembro en el rizado.

Pudo sentir los tendones tensarse bajo sus caninos cuando la dermis se rompió y un poco de sangre fluyó. Harry se corrió al mismo tiempo que Louis se alejó y admiró su "obra de arte" (como la llamó él en su mente, más tarde).

—Muérdeme, omega.

El ojiverde no dudó tanto como Louis y aunque su mente estaba nublada por el segundo orgasmo que acababa de tener y la mordida recién hecha en su hombro, acarició el lugar en donde iba a hacerlo y lo besó suavemente.

—Mío.

Y mientras Harry encaja sus propios dientes en el cuello del alfa, siente su entrada llenarse de semen y eso provoca que lo muerda con más fuerza de la debida. Louis sisea y cae rendido encima del rizado, sintiendo la cabeza de su pene hincharse dentro de Harry, llenándolo.

No dicen nada por unos momentos y la sangre de la herida del ojiazul esta goteando a las telas debajo de ellos, lo mismo con la de Harry.

—Te amo—repitió Louis, cuando pudo separarse y se tumbó a un lado de Harry.— Demasiado—(y era verdad, tan real que casi le quemaba la intensidad de sus sentimientos).

El alfa no esperaba una respuesta. Recordaba una conversación que tuvieron varios años atrás, en donde el omega le había dicho que el romance no era lo suyo.

A pesar de saber eso, el silencio le dolía mucho más que la mordida en su cuello. En esos segundos de tortuoso sigilo, Louis llegó a pensar que Harry tal vez no lo quería con el mismo fervor que él.

Pero entonces...

—Puedo sentir- puedo sentir lo que sientes ahora mismo—lo escuchó decir en voz baja.— Estás sufriendo.

No respondió.

—¿Lou?

Se giró hasta quedar sobre un costado y poder ver al mayor, pasó un dedo por el pecho del castaño e hizo dibujos imaginarios en él, lo sintió relajarse bajo su toque y sonrió con ternura.

—Te amo, alfa.

Fire On Fire [larry stylinson]Where stories live. Discover now