Epílogo: Permaneceré escondida

114 11 1
                                    

Todo parece haber cambiado. El odio había aumentado en su corazón y todo lo que amaba se había desvanecido. Se sintió débil como si ya no pudiera volver atrás.

Tras un año de investigación, los forenses encontraron el medio por el cuál encontrarían al asesino de James. Era una máquina que podía relacionar el ADN con su individuo. Así, colocaron la muestra de sangre del chico en el aparato y, en el acto apareció la imagen de un joven de 18 años. Su nombre era Wale. Nadie parecía conocerlo. Tras varios interrogatorios, todos daban por perdido que pudieran encontrarlo.

Deberían seguir buscando para localizarlo, aunque la investigación duraría más de lo previsto. Desde entonces no había encontrado nunca a Mia, así que dudaban mucho que pudieran encontrar a un segundo asesino.

Sin embargo, la investigación no se detendría, ya que un asesinato de tal calibre no se vería todos los días.

***

Tan sólo Mia sabía lo que había ocurrido después de aquella noche. Sus padres no volvieron a ver la de la luz del día. Ni siquiera supo la cara que pondría el pequeño Danny al ver que sus padres habían muerto. La chica salió corriendo de la ciudad tal y como había entrado y volvió a aquella cabaña.

Mia lloraba por el camino. No podía creer que hubiera sido capaz de hacer algo así. Cuando entró en  la cabaña, Wale parecía esperarla.

-¿Qué ha pasado? - preguntó Wale, intrigado.

- Soy una asesina. Como tú. He cumplido mi promesa, y me quedaré aquí. Permaneceré escondida aquí contigo para siempre.

Mía se arrojó a los brazos de Wale y se besaron de nuevo. Ahora sólo se tenían el uno al otro. Sin olvidar a la pequeña Wendy, que deberían cuidar como si fuera suya.

- Maté a mis padres, Wale...

La expresión del chico se cambió a una mucho más triste. Jamás hubiera pensado que una chica como Mia fuera capaz de hacer una cosa así.

- Oh, Mia, ¡cuánto lo siento!

Mia negó con la cabeza.

- No. No te arrepientas de alguien que hace lo mismo que tú. Ahora ya somos dos...

- ¿Vas a encerrarte aquí para siempre?

- Si eso quiere decir que estaré contigo... Sí, para siempre.

© EscondidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora