Capítulo 16

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Desde el punto de vista de Mark, la fiesta estaba bastante movida.

Pero era aburrido, todo lo era.

Había recién llegado a la fiesta, teniendo a Chaewon siguiéndolo. Ella era una chica amistosa y bastante simpática, pero comenzaba a hostigar al rubio, quien trataba de mantener cierta lejanía.

Era obvio que tratar de reemplazar al castaño era una ideas tonta.

Su mirada cayó directo en Donghyuck, quien entraba tan jodidamente bien vestido, que había comenzado un zoológico en su interior con su única presencia.

Pero ahí apareció el castaño que tanto detestaba ver, aún más, cuando lo tomaba de la cintura o le hacía cariños en el cabello.

¿Quién se creía?

Nadie, Mark no era nadie para decirle aquello que provocaba un sabor ácido e incómodo en su interior.

Pasó el rato, tomándole atención a cada maldito movimiento que hacía el moreno. Su sangre hervía, porque el sabía que no podía ni si quiera acercarse.

Él mismo la había jodido, no podía hacer como si nada pasara ahora.

Tomó del vaso de manera lenta y atenta. El alcohol no era lo suyo, pero quizá le sería útil para relajarse.

Debía disfrutar, no ver con odio al tipo que ponía sus asquerosas manos sobre el de cabellos rojizos. Lo quería agarrar de la camisa y tirarlo lo más lejos posible, no le agradaba, simplemente no lo soportaba.

Una vez más, colocó sus frías manos en el vaso con alcohol, o probablemente eso y algo más. Nunca se sabe lo que podía tener un vaso de cerveza en una fiesta, pero el seguía aún, con la mirada fija e inmóvil en el chico.

Sus miradas se conectaron, sintiendo como un mar de emociones comenzaban a aparecer en él.

No le agradaba para nada sentir eso, estaba mal.

Tomó con un poco de fuerza el brazo que tenía puesto en la chica rubia, quien la miró sorprendida y sonriente.

Después de todo la había estado evitando durante casi todo el día y con suerte escuchaba lo que decía.

Se sentía algo mal por usarla.

Vió bajar la mirada de Donghyuk, pero el sentimiento de culpa rápidamente se fue al ver como Johnny lo tomaba entre sus brazos y le hablaba en su oído, estrechándolo entre ellos y escondiendo su rostro en su pecho.

Estaba siendo infantil.

La furia lo consumió, dejándolo cometer una de las otras estupideces más grandes que probablemente lo harían arrepentirse.

Tomó de la cintura de la chica, para luego acercar con brusquedad su rostro hasta el suyo, juntando sus labios en un tosco y fogoso beso.

Pero no sintió nada, absolutamente nada. Los esponjoso labios de la chica se movían a la par, o al menos eso intentaba, que los suyos, los cuales poco a poco aumentaban la velocidad, probando con rabia el sabor de la joven, pero no le agradaba esa sensación, aún más cuando vio al pequeño chico tomar la mano de Johnny para ir a quien sabe donde. No les prestó mayor atención, porque solo sería peor.

Necesitaba relajarse y repensar las cosas, así que con cuidado, alejó a Chaewon de su cuerpo, viendo a la chica mirarlo con desinterés y una leve sonrisa, e irse a la otra habitación junto a un grupo de chicos y chicas, quienes probablemente eran sus amigas o algo por el estilo.

Por parte de la rubia, tampoco iba a ser una arrastrada, ella había notado el claro desinterés en ella y las miraditas que le lanzaba al chico pelirrojo. Si las cosas no se daban, rogar no era una opción. Lo había intentado y eso era suficiente.

Casillero | Markhyuck Donde viven las historias. Descúbrelo ahora