Casillero | Markhyuck

Capítulo 9

Mejorado. Notoriamente había mejorado la situación.

Ambos se hablaban con mayor normalidad y comenzaban a conocer mejor sus gustos. Se podían llamar amigos y a veces se divertían en los recesos juntos, claro que Mark estaba con Taeil de todas formas.

El tiempo pasaba y podían decir que actualmente había una especie de lazo. Se llevaban bien.

Donghyuck tomaba rápidamente confianza, mientras que Mark era algo más lento. El rubio a veces se sorprendía por lo atrevido que llegaba a ser. Su madre había dicho que la mayoría de coreanos eran tímidos, pero Donghyuck era realmente todo lo contrario.

Aunque no lo veía con amigos, casi siempre estaba solo y en el casillero donde se ponía a leer o incluso dormir. Le sorprendía que entrase en el casillero, que era de un tamaño reducido y poco razonable como para meterse ahí.

Vió a Donghyuck señalarle parte del párrafo que estaban ensayando y le sonrió, a lo que el menor hizo lo mismo.

Seulgi estaba contenta del cambio que tenían y que ahora podían ensayar de mejor manera. Claro que Mark seguía siendo bastante malo, pero ya no tan malo.

๑❥๑

Taeil robaba papas de la bolsa en manos del rubio, mientras que este solo pensaba.

—¿Como te ha ido con la obra? — preguntó indiferente, aún comiendo más papas.

—Bien, supongo —contestó — Creo que he mejorado un poco.

El más bajo asintió.

—Yo sólo me dedico a pintar cartones para el escenario — Mark lo miró atento, incluso con una mueca extraña de disgusto mezclada con sonrisa — No quedaron demasiado lindos, pero tiene amor.

—A los maestros no les importa que tenga amor, ¿sabes?

—Sé — fingió llanto, pero pronto volvió a retomar un rostro alegre y añadió — Aunque es probable que terminemos llamando a los del club que pintan. Ellos podrán solucionar mejor que nosotros el problema.

Mark rió bajo y volvió a poner atención en lo suyo.

—Igual, creo que será mejor haberlo intentado a tener una mala nota por vago — Taeil asintió y le sonrió, volviendo a su labor de acabar la bolsa de papas de Mark.

—¿Dónde están mis papas?

El mayor solo miró a los lados y trató de masticar suave lo que aún le restaba en su boca. Sus manos habían escapado exitosamente de la víctima.

Crujió.

—Eres un...

๑❥๑

Ambos chicos ya habían terminado las clases, por lo que decidieron aprovechar el lindo día para comer un helado del negocio de la señora Berta, quien le vendía lo dulces a Donghyuck e incluso, hasta le regalaba algunos.

Se habían juntado y nunca era una mala ocasión para comprar algo dulce, más aún en una época ya medianamente calurosa.

Mark miró tranquilamente el cielo, lleno de esponjosas y blanquecinas nubes que se movían debido al viento de la tarde.

—Me gustan los helados, pero prefiero esperar a que se derrita para comerlos — comentó el mayor — Como si fueran una especie de crema.

Donghyuck lo escuchó atento.

—Yo conocí a un chico al que le gustaba comerlo con papas fritas, era raro.

Mark hizo una mueca de asco y confusión, pero fue respondida con una pequeña sonrisa de parte del contrario.