Mi aprecio por ti

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Era otro día más de entrenamiento para Seiya y Marín.
Seiya de nuevo hacia caso omiso a las indicaciones que le daba Marín y salió corriendo de ella, lo que provocó medidas de disciplina de parte de Marín hacia Seiya.

Cuando Marín logro alcanzar a Seiya le dió una bofetada.

— Seiya! Te he dicho que tienes que terminar el entrenamiento que te encomiendo

— No! No lo haré, escuché que en el santuario estaban hablando de que los orientales jamás podrán ser caballeros de Atenea a pesar de lo que intenten, y creo que ya no tiene caso que sigamos con este tonto entrenamiento! ¿O me equivoco?

— *suspira* Seiya

Seiya comenzó a lagrimear y comenzó a correr pero alguien se interpuso frente a su camino.

— espera Seiya

— A-aioria

— escucha, no sé quién dijo tal cosa pero yo creo que la nacionalidad no importa en esto de ser un caballero, y si son débiles no puede evitarse

— Estás diciendo que los orientales somos débiles!

— No lo hago, pero quiero que veas el ejemplo que tienes que es tu propia maestra -  Seiya volteó a ver a Marín - tu sigue entrenando con Marín y no te preocupes por cosas como esas

Seiya volteó de nuevo a Aioria y vio que le hacía un pequeño guiño, Seiya sonrió y soltó una risita.

— ¡Si Aioria!

— bien

— gracias Aioria
Termino diciendo Marín

— no fue nada

Aioria se dió la vuelta y se retiro de ahí.

— bueno Marín, creía que hay que seguir entrenando y no voy a rendirme, voy a ser constante!

Dijo Seiya muy feliz a diferencia de la actitud que tenía hace algunos momentos

— si Seiya

Respondió Marín dulcemente.

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Marín puso a entrenar a Seiya toda la tarde hasta el anochecer, y de paso ella también lo hacía y practicaba.

— Marín ¿Ya terminamos?

— ¿No dijiste que no vas a parar de entrenar?

— bueno, pero en este momento ya estoy *bosteza* cansado

— está bien , solo estoy jugando, yo también estoy un poco cansada, vamos

Marín le ofreció la mano a Seiya y el sin dudarlo la tomo. Los dos caminaron hasta la pequeña casa.

Al llegar ahí Seiya directamente se metió en la pequeña cama de paja y se quedó dormido. Marín tomo una manta y lo arropó.

— estoy muy orgulloso de ti Seiya

Dijo ella mirándolo dulcemente.

Marín a pesar de que se encontraba agotada, no podría dormir sin antes ir al lugar donde recurría todas las noches.

Aquel lugar donde la vista hacia el cielo con brillantes destellos de las millones de estrellas que lo arropaban y la luna que inexplicablemente para ella cada día se volvía más grande y brillante en todas sus formas.
Las ruinas del santuario apartadas de los demás, eran poco visitadas por los caballeros ,pero ella iba constantemente, ya que tenía una simple razón, ver aquel cielo nocturno la hacia retroceder en el tiempo y recordar, un campo lleno de pasto y flores, dónde podía rodar en el pero lo importante y significativo para ella no era en dónde estaba si no con quién se encontraba; todas las noches ella y su hermano Touma se escabullian de su madre y corrían hacia aquel campo llano, se recostaban en la hierba y contaban las estrellas hablando sobre los cuentos de los caballeros, que en ese entonces solo era un mito para ellos.

*•.¸♡Escondiendo Nuestro Amor¸.•*Where stories live. Discover now