Nuestra primera discusión

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Marín se había arriesgado en escapar del santuario, pero tenía que hacerlo para ayudar a Seiya, ya que era un poco vulnerable al ser de las primeras veces que luchaba contra un caballero de plata, pero ahora que ya conocía el poder de un caballero de plata, podría derrotarlo la próxima vez que llegara a encontrarse con uno.

Al mismo tiempo ,logro descubrir la verdad, Saori Kido era Athena, había sentido su cosmos cuando logro localizarla, no hablo con ella pero supo que era Athena, y era más que un presentimiento o una corazonada, en realidad era una afirmación a su incógnita, y ahora podía decir que ya casi descubría toda la verdad con respecto al patriarca, pero había asuntos que no se había resuelto por completo.

¿Cómo Saori Kido había llegado a Japón? ¿Aioros de verdad había sido un traídor? ¿Cómo llego aquí la armadura de Sagitario? Y parecía obvio relacionar todo lo que había descubierto en tan solo una semana de haber salido del santuario, pero era difícil hacerlo como para descubrir la verdadera historia detrás del santuario y los planes del patriarca, por ese día Marín pensó que fue demasiada investigación, así que se detuvo, poniendo toda su confianza en que Seiya, Hyoga, Shiryu, Shun e incluso Ikki protegerían a Athena sin importar que. La protegieron una vez ¿Por qué no lo harían muchas veces más desde ese momento o para siempre?.
Ahora que el patriarca mandaba  caballeros a Japón, ya no solo para matar a los caballeros de bronce y por la armadura de Sagitario, si no también para matar a Athena (pero ¿Cómo sabía el patriarca que Saori Kido era Athena?), Sin importar la respuesta por el momento, ella necesitaria mucho más la protección de los caballeros.

Aunque Marín tenía como objetivo principal seguir investigando en Japón a distancia sobre saori Kido y la farza del patriarca, ella tenía algo más que hacer fuera del santuario.

El día estaba terminando, el sol comenzaba a esconderse y la luna comenzaba a ponerse en su punto junto con las estrella en el cielo nocturno, Marín había estado rondando por la ciudad de Japón esperando encontrarse con aquel hombre que le daba información importante, aparentemente el aseguraba tener contacto con ella en caso de que necesitara su ayuda, pero parece que no estaba en Japón; por más que recorrió toda la ciudad, no logro encontrarlo por ningún sitio, por eso termino decidiendo irse a descansar un poco en un pequeño hotel, dónde no pasaría mucho tiempo más que algunos días hasta que regresará al santuario.

Ella entro al hotel y le agrado al instante, pues no le cuestionaron su forma de vestir y la máscara que llevaba, le asignaron una habitación y le entregaron las llaves, subió las escaleras y no le fue muy difícil encontrar la habitación. Abrió la puerta y entro de inmediato sin siquiera encender la luz, mientras caminaba para llegar a su cama, miraba al mismo tiempo la habitación en cada detalle que podía apreciar según la luz de la luna que pasaba através de la ventana.

Llego frente a la cama, y sin pensarlo más, se quitó los zapatos y se lanzó encima de la cama, se quitó la máscara y la dejo en la mesita que se encontraba a un lado de la cama. Miraba el techo desgastado de la habitación mientras pensaba en su hermano Touma; "No encontré al hombre que podía ayudarme a buscar a mi hermano, aunque no importa, algún día te encontraré yo misma Touma". Ella dió un último suspiro antes de cerrar los ojos y quedarse dormida al instante por el cansancio de ese día.

Desde esa dia Marín se propuso encontrar a su hermano sin descanso, pero quería intentar de nuevo en la búsqueda del hombre encapuchado, y vaya que la suerte le sonrió a Marín ya que a la noche siguiente logro encontrarlo sentado en el parque de la ciudad.
Ella lo consideraba un tipo extraño, pero ya era un conocido para ella.

- vaya que no pasó mucho tiempo desde que te ví Marín, ¿Para que necesitas mi ayuda? Acudí aquí esperando que me encontrarás y vaya que lo hiciste

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