*•.¸♡Escondiendo Nuestro Amor¸.•*

Al menos estás feliz, pero no conmigo

~♡- Envuelta, consumida por todo este dolor. Si me preguntas, no sé por dónde empezar. Ira, amor, confusión, caminos que no llevan a ninguna parte.♥︎~

Los años pasaron, y la guerra contra hades termino; después de tantas tragedias y perdidas, la batalla se acabó, aunque durante el final de ella ocurrieron muchas cosas y el inicio de una nueva guerra santa había iniciado.

Marín había logrado reunir a Seika y Seiya, pero no pudieron verse al instante, pues Seiya quedó en un coma debido a la espada de Hades, y enseguida de que se recuperó del coma, soldados de el Dios Apolo fueron a por el, pero Athena logro protegerlo y logro solucionar las cosas con Apolo en una manera algo injusta, pues les borro la memoria a todos sus caballeros, aunque más tarde la recuperaron, pero al poco tiempo se desató una guerra con los soldados del Olimpo y el Dios Hermes;

Athena intervino antes de que todo empeorará, se reunió con el mismo Zeus para hacer un trato conveniente para los dos bandos.

El trato consistía en que le devolvería la memoria a todos sus caballeros con el objetivo de que no volvieran a interponerse en los asuntos y mandatos de los dioses, y ellos también evitarían meterse en asuntos de la tierra, si Athena y sus caballeros cumplían con lo propuesto por Zeus, Athena acepto el trato y todo volvió a la normalidad con respecto a la tierra y el santuario.

Cuando todo volvió a la normalidad, Seiya pudo reencontrarse con Seika y el orden en el santuario volvió a restablecerse con los nuevos aspirantes a caballeros y los sucesores de los caballeros dorados.

Esto le dio una gran satisfacción a Marín; y al igual que Seiya, después de mucho tiempo, Marín pudo reencontrarse con su hermano Touma, lamentablemente no fue en las mejores condiciones, pero pudo verlo de nuevo.
En medio de la batalla Touma salió herido al enfrentarse a Seiya y defender a Athena de la diosa Artemisa, quien tenía la intención de asesinarla.

Al recuperar la memoria gracias a Athena, enseguida busco a su hermano, quien se encontraba en un hospital en la capital de Japón; para la sorpresa y alegría de Marín, el no estaba en riesgo de muerte ni en coma, logro recuperarse a los 4 meses desde que ingreso a el.
Se quedó un tiempo en Japón con Touma, y la hacia muy feliz el poder estar con su hermano y poder hablar con el.

Un mes después de esto, Marín decidió regresar al santuario, sabía que su hermano tardaría en recuperarse, por eso se fue sola pero confiaba que estaría mejor en el hospital ; su regreso al santuario de centraría para seguir con su labor como caballero y servir a Athena.

En su estancia ahí todo transcurría con normalidad, y a pesar de la muerte de Aioria, eligió seguir adelante, pero sin quitarlo jamás de su corazón; nunca encontraría a otra persona como Aioria y ni siquiera intentaría buscarla, por eso eligió conservar su hermoso recuerdo, prefirió quedar enamorada de él hasta el fin de sus días, nunca había amado a alguien de la manera en que lo había amado a el.

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En uno de aquellos días, Marín hacia su rutina diaria en el santuario, daba un recorrido por el santuario, luego de su caminata se dirigía al coliseo a instruir a sus nuevos alumnos, aspirantes a caballeros; algunas veces se encontraba con Seiya y este día era uno de esos; se ponían a hablar sobre sus experiencias pasadas de alumno a maestra.

Marín le tenía mucho cariño a Seiya y a Seika, los consideraba como sus hermanos, y en especial a Seiya, pues a él lo vio crecer desde muy pequeño, sin ser nadie y ahora está orgullosa de ver en lo que se convirtió, después de todo se convenció de haber hecho un buen trabajo como maestra, siempre agradecía a Aioria por haberle inculcado tanta confianza en ella misma.