IV. Aftó eínai endiaféron

4.5K 541 54
                                    



―――――――――――

Capítulo Cuatro
Aftó eínai endiaféron
――――――――――

―――――――――――Capítulo CuatroAftó eínai endiaféron――――――――――

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

―¡No sé vale, eso es mío!―Exclamó, Paul.

La dulce risa de la hija del mar resonó por todo el lugar, ella se encontraba corriendo al rededor del comedor, trataba de huir del licántropo, puesto que, le había quitado un par de galletas de chocolate que él se estaba comiendo. Mientras que Emily, Quil y Jared reían al observar la escena.

Lípos―respondió Aqua como defensa en griego antiguo, para sacar la lengua en un gesto infantil.

―¿Qué dijiste?―Paul, se detuvo confundido al no entender lo que le ha dicho.

La castaña no comentó nada al respecto, simplemente se encogió de hombros con una sonrisa divertida en sus labios, y de esta manera, fue en dirección a la otro mujer presente en la cocina, la ojiazul se ocultó detrás de Emily.

Había pasado próximamente unas semanas desde la misteriosa llegada de Aqua al lugar, su adaptación no ha sido la mejor, dado que, constantemente tiene que lidiar con los desplantes de cierto pelinegro, debido al asunto que llevaba por nombre.

Proteger a Bella de una tal Victoria.

No obstante, para su buena suerte, los chicos de la manada se han portado de maravilla con ella, aunque la que ha tenido el papel principal es Emily, quien se ha encargado de enseñarle varias cosas fundamentales, tal cual, como una madre.

―¡Basta, par de niños!―la imponente voz de Sam, se hizo presente.

AquaMarine, se llevó una de las galletas de chocolate a la boca, bajando la mirada hacía sus pies, y de esta manera salir de su escondite mientras que mastica lentamente.

Sam se acercó a su impronta y le planteó un beso en los labios.

Ariel, se comió mis galletas―se excusó, Paul.

La hija del mar rodó los ojos, odiaba que Paul la empezará a llamar igual que la protagonista de la sirenita, y todo a causa que Seth le enseñó a ambos, aquella singular película de Disney hacía un par de días atrás.

―Estas gordo, Sebastián―dijo, encogiéndose de hombros.

―¿Cómo me llamaste?―preguntó, con una sonrisa divertida, mientras se señalaba así mismo con su dedo índice.

La hija del mar subió ambas manos a la altura de su pecho para extenderla hacía adelante, ella sabía que cuando el pelinegro ponía esa expresión significaba que algo le iba hacer, sus orbes azules buscaron algún recipiente con agua, justo allí, sobre la mesa un vaso con agua. Con un leve movimiento de su mano junta a su muñeca provocó que el agua del vaso de vidrio, saliera disparada impactando en el rostro del Quiluote.

𝐃𝐚𝐮𝐠𝐡𝐭𝐞𝐫 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐬𝐞𝐚 ― 𝓙𝓪𝓬𝓸𝓫 𝓑𝓵𝓪𝓬𝓴Where stories live. Discover now