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Los curiosos ojos azules de AquaMarine detallaban cada movimiento inquieto del líder de la manada, mientras que una distancia prudente de ella habla con su futura esposa de algún asunto muy importante.
Ella sabía que algo estaba sucediendo.
Desde que Bella Swan se había casado con el vampiro, Jacob había estado actuando de una manera “diferente”. De cierta manera le comenzó a ocultar muchas cosas, pero algo dentro de la hija del mar sabía que todo es consecuencia de ese evento.
AquaMarine no era tonta.
—¿Por qué me miras así?—la voz masculina del hombre lobo, apto toda su atención.
Jacob Black estaba parado frente a ella con los brazos entre cruzados.
La castaña frunció el ceño al escuchar el tono en que le ha realizado la pregunta anterior, por lo que solo bastó una simple mirada de molestia para hacerlo tragar saliva lentamente, además que bajo la cabeza, tal cual niño pequeño regañado.
—¡Jacob, eres un idiota!—exclamó la castaña, dándose la vuelta para marcharse de allí.
No obstante, unos fuertes brazos la rodearon de la cintura impidiéndole dar un solo paso, sin mencionar que justo en su espalda sintió el ligero peso de una cabeza siendo apoyado suavemente en esa zona.
Ella soltó un largo suspiro profundo.
—Pero soy tu idiota, mi diosa del mar— susurro el pelinegro sin intención de soltarla.
Élsabía que debía decirle la verdad de lo que andaba sucediendo a su impronta.
— Ven conmigo a ver a Bella y sabrás la verdad.—habló preocupado el hombre lobo, para poder continuar.—Yo te amo, AquaMarine pero Bella es mi amiga—agregó, soltandola suavemente.
¿Él le acaba de pedir ir a ver a humana? Acaso... ¿Jacob Black le estaba pasando algo malo? ¿Qué era lo que está pasando realmente?
Miles de preguntas se le formularon en la cabeza, dejándola en un completo estado de confusión total, además que desde hace unos días hacia acá todos en la manada comenzaron a actuar extraño, hasta discusiones hay entre ellos con más frecuencias.
Paul ya no le hablaba con frecuencia, pero ella pensaba que se debe al hecho de que encontró a su impronta en la hermana mayor de Jacob.
—Esta bien, Jake iré contigo—dijo la castaña con tranquilidad al menos sabría lo que sucede.
(...)
AquaMarine se encontraba completamente maravillada por la estructura del hogar de los Cullen, la cual, era grande y espaciosa, una casa cubierta de enormes ventanales que la hacían ver aún más moderna. Con tan solo ingresar a la casa un exquisito olor a comida inundó sus fosas nasales, aquél olor logró que la castaña por unos instantes se sintiera en casa de Emily.
¿Ellos comen?
Los ojos azules de la chica examinaron la decoración de la sala, era realmente hermosa, un juego de muebles perfectamente ubicado, mientras que en el centro había una mesita, encima de esta reposaba un florero, en el fondo una enorme chimenea acogedora, a un costado de esta, había un precioso piano de cola negro
La castaña a pasos moderados camino al lado del pelinegro, que se mantuvo en silencio sólo observándola. Sabiendo perfectamente que AquaMarine estaba explorando curiosamente el lugar, ya que es su naturaleza nata.
No obstante, una bella mujer de larga cabellera color rubio, ojos dorados y piel pálida. Ella estaba hablando en voz alta en mitad de la sala, con los demás integrantes de la familia Cullen a su alrededor.
—¡Es un bebé!—exclamó la chica con un tono de molestia.
—¿Un bebé?—preguntó con curiosidad la hija del mar.—¿Cómo se hacen los bebé, Jake?—volvió a formular otra interrogante la castaña.
Él pelinegro sintió las miradas de todos los presentes encima suyo, le fue inevitable no sonrojarse al imaginarse algo “pervertido" que no debía, para explicarle a su impronta, además que sus ojos buscaron a Edward Cullen que de seguro chismoseo y no quería que dijera nada.
⟨⟨Ni se te ocurra decir algo, Cullen⟩⟩ le amenazó en su cabeza al pelo cobrizo.
—Después te explico, cariño—le respondió a la chica, para que no hiciera más preguntas de ese estilo.
—¡Jacob, viniste!—grito la humana, junto a una sonrisa.
—Sí y traje a mi novia AquaMarine—contesto el pelinegro, llevando su mirada a cada uno de los presentes.
Jacob Black se tenso al ver a la vampira más bajita acercarse a su impronta, sabía que era Alice Cullen pero aún así le generaba desconfianza que la lastimaran.
—Tienes el futuro más bonito que haya visto en mi larga vida, pronto sabrás muchas de las cosas que te preocupan.—habló la duendecillo, dedicándole una gran sonrisa a la descendiente del mar.
AquaMarine le devolvió la sonrisa, tomándole ambas manos con emoción, pero se quedó confundida por el tacto frío de ella a comparación de los chicos de la manada.
—Como estaba diciendo, es un bebé no un monstruo—habló la rubia nuevamente captando la atención de los presentes.
AquaMarine detallo de inmediato a Bella Swan, dándose cuenta de que tenía un bulto en su vientre, aunque sabía de antemano que ellos tenian apenas dos semanas de casados.
La princesa del mar no estaba entendiendo del todo lo que sucede, pero eso no le impidió acercarse hasta el sofá dónde estaba acostada la humana y sin importarle las miradas curiosas de todos.
Ella con tan solo llevar su mano hacia el abdomen abultado de la humana, pudo sentir como algo dentro se comenzo a mover, provocando que ambas castañas se mirarán confundidas por aquella situación.
«No permitas que le hagan daño, AquaMarine debes protegerla.»
La princesa del mar ahora está entre la espada y la pared, una vez más por Bella Swan.
—Jake, se movió—le habló al pelinegro con asombro.
La castaña sabía que estaban en una situación bastante complicada ahora, se le notaba lo demacrada que estaba la humana por su estado, y AquaMarine está segura que si no le ayudaba moriría o peor aún matarían al “bebé".
Ella en lo más profundo de su corazón sabía que todo esto ocasionaría una catástrofe y perdería a su familia la manada por ayudar...
Continuará...
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Hola, mis amores. ¡Por fin, actualicé! Espero y les guste el capítulo, porque lo estuve escribiendo una y otra vez porque no me gustaba. RECUERDEN QUE EN MI PERFÍL ENCONTRARÁN MAS FANFIC DE CREPÚSCULO.
