⋆ ˚。⋆୨୧˚ capítulo nueve ˚୨୧⋆。˚ ⋆

569 97 15
                                    


⋆ ˚。⋆୨୧˚ ¿celos? no estoy celosa ˚୨୧⋆。˚ ⋆

— Hye ¿Viste donde deje mi pasador de cerezas? — Expresó Yerim a medida que trataba de encontrar el dichoso pasador entre sus cosas, claramente sin resultado alguno, pues ni siquiera tenia tiempo de ponerse a ordenar en esos segundos que tenía par...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


— Hye ¿Viste donde deje mi pasador de cerezas? — Expresó Yerim a medida que trataba de encontrar el dichoso pasador entre sus cosas, claramente sin resultado alguno, pues ni siquiera tenia tiempo de ponerse a ordenar en esos segundos que tenía para ir a clases.

— En tu mesita de luz, segundo cajón, debajo de tu cuaderno con purpurina —. La azabache le respondió a su melliza con una sonrisa mientras se colocaba su bolso sobre su hombro.

— ¡Me salvaste la vida, Hye! — La azabache solo rodó los ojos ante las palabras de su hermana, pues la pequeña de cabellos castaños estaba exagerando un poco la situación.

>> Por cierto, ¿Qué haremos con la entrega del trabajo grupal? Al final nunca nos reunimos con los chicos de nuestro grupo.

— Entregar nuestra parte y explicarle al profesor que esos imbéciles no hicieron nada, ni se te ocurra defenderlos para que tengan una calificación gratis —. Yerim sonrió tímidamente por las palabras de su hermana,  vaya que la azabache la conocía a la perfección.

>> Antes de que lo olvide, ¿Me puedes cubrir la primera hora de clase, porfis~?

Yerim se lo pensó unos segundos antes de responderle a su hermana, después de todo ya era la tercera vez en la semana que la de cabellos azabache le pedía algo así, pero tampoco era un problema para ella decirle al profesor de la primera clase que su hermana había tenido un imprevisto femenino de camino a la escuela y por eso llegaría unos minutos tarde.

— Con esta ya me deberás tres favores —. Dicho aquello, la azabache procedió a abrazar a su melliza y repetirle varias veces un gracias, a lo que yerim solo sonrió antes se recordarle lo que ella le inventaba a los profesores.

>> Vamos a tener que buscar algo nuevo para inventarle a los profesores, no creo que sigan creyendo lo de imprevisto femenino antes de llegar a la clase.

— Supongo que tienes razón, pero podemos pensar en eso luego porque ahora se nos hace tarde —. Dicho y hecho, ambas hermanas salieron de su residencia y emprendieron camino hasta lo que vendría siendo la institución escolar, o al menos yerim fue quien hizo aquello, pues por el lado de la azabache ella ya se había ido por otra dirección.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
𝐓𝐞𝐝𝐝𝐲 𝐁𝐞𝐚𝐫 • 𝐇𝐲𝐞𝐰𝐨𝐧Where stories live. Discover now