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Luego de haber estado una semana internada en la clínica para unos cuantos chequeos de rutina, los médicos decidieron dar de alta a yerim, aquello emocionó en gran medida a la pequeña bebe lobo, pues finalmente su melliza estaría en casa con ella y podrían volver a hacer alguna que otra travesura, pero por otro lado no le gustaba el hecho de no seguir visitando en sus pequeñas escapadas al baño —; Lo cual solía ser una excusa para no preocupar a sus padres, ni a su melliza, y así dirigirse hasta la habitación donde se encontraban internados aquellos niños los cuales sus padres habían fallecido o simplemente ya no les veían —. A chaewon, la pequeña bebe lobo realmente le había agarrado especial cariño a la rubia, tanto como el que le tenia a su familia.
— ¿Qué te pasa, Hyeju? Desde que llegaste que estas muy pensativa o, más bien, triste. — Expresó con preocupación Yerim, acercándose hasta su melliza mientras juntaba sus mejillas y la envolvía en sus brazos.
>> Puedes contarme lo que sea, recuerda que prometimos siempre, siempre apoyarnos en todo.
— Es que, si te lo digo te vas a enoja' conmigo po' egoista — Hyejoo no pudo evitar alejar a la mayor un poco para así poder abrazarse de sus piernas y ocultar su cabecita en estas.
— Jamás. Jamás me voy a enojar con mi dulce hermanita melliza, así que dime ¿qué te tiene así? — La pequeña bebe lobo levantó su cabecita para poder mirar a su melliza a los ojos, los cuales le dieron la confianza necesaria para explicarle la razón por la que ella creía que estaba siendo egoísta.
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— ¡Lo tengo! — Exclamó Yerim una vez que la bebe lobo termino de contarle porque se sentía feliz y triste al saber que finalmente ambas estarían juntas en casa como antes.
— ¿Qué tienes? ¿Una araña? — Yerim no pudo evitar reírse ante la expresión y las palabras de su melliza, realmente se le hacía bastante divertido ver tan sorprendida a la bebe lobo.
— No~. Me refiero a que tengo una idea para que puedas seguir visitando a tu amiga, pero tendremos que mentirle mucho a mamá y papá. — La bebe lobo estuvo un tiempo pensando en las palabras de su melliza antes de decidirse por escuchar lo que se le había ocurrido.
