13 | C A P I T U L O

13.9K 902 772
                                    

═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════
¿Qué mierda pasó?
═══════ ≪ •❈• ≫ ═══════

ARIA:

Han pasado solo cuatro días desde aquel momento en el que Clinton nos encerró y me habló sobre los problemas que tenía con Angelov, entiendo que es la verdad, pero aún hay algo que no sé para poder tomar una decisión, además las palabras de Dominique por más que me gustaría no pensar en ellas están siempre presentes.

Los días —aunque han sido pocos— han estado llenos de tensión y miradas extrañas, Clinton no me ha pedido nada más que agendar reuniones o llamar a cierto socio mientras que por un lado Angelov se ha encargado de hacerme sentir por primera vez como una mujer.

Esos días me llevó a cenar y ha estado hablando conmigo por llamadas, a veces suele aparecerse por mi oficina y en ocasiones me envía flores con notas que —aunque son empalagosas— causan que mi corazón se acelere y sienta calambres en mis mejillas.

Siento que con cada día que avanza me voy perdiendo en él, pasó ser de un completo arrogante e imbécil a un tierno y divertido hombre… él me ha sacado más sonrisas que cualquier otra persona en estos tres, casi cuatro años de mi vida en los que perdí a mis padres.

Algo en mí quiere quedarse a su lado y experimentar sensaciones que nunca pude hacer en un pasado, quiero por primera vez sentir que alguien me ama, que a alguien le importo…

Y creo que Angelov es el único que ha presentado ese interés en mí en más de veintiún años de mi existencia.

Y aunque todo esté confuso, creo que sé con quién voy a trabajar.

•°• ✾ •°•

CLINTON:

Cuatro malditos días y Aria solo ha abierto la boca para preguntarme si estoy de acuerdo con algún registro o dirigirme alguna respuesta a mis preguntas con base al negocio.

No sé qué estará pensando pero sólo espero que no tome la herrada decisión de quedarse a trabajar con Angelov, él no merece nada y a veces suelo pensar que el karma es el responsable del por qué no es el presidente de la empresa BakerCorp.

Podrá ser mi primo, pero no le quita lo que en un pasado me hizo.

Últimamente me siento un poco mareado, estresado y con un intenso dolor de cabeza, soy consciente que estos días no me he estado alimentando bien y descansar se ha vuelto una palabra desconocida para mí, tan solo he logrado comer algunas pequeñas barras energéticas y bebido más de cinco litros de café al día, aunque creo que más.

No he querido molestar a Aria con eso, además que suelo olvidar que debo comer por el hecho de pasar horas frente a la computadora revisando los avances, las bajas, propuestas, registros, formularios y miles de documentos que llegan a mi computador cada uno con un tema diferente que tratar.

Suelo pensar que todo es demasiado para mí y que en algún momento a mis veinticinco años voy a comenzar a sacar canas morada gracias al estrés que me provoca estar lidiando con todo.

Unos toques en la puerta me hacen despegar mis ojos de la pantalla frente a mí pronunciando un «pase» y así viendo como quién se asoma se trata de mi tío Ken.

—Tío, que sorpresa verte por acá —me levanto de mi asiento para envolverlo en un abrazo pasando por alto el ligero mareo que sentí.

Secretaria de Clinton Baker ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora