Secretaria de Clinton Baker ©

1 | C A P I T U LO

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Reencuentro inesperado
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ARIA:

—No, vete. No necesito tu ayuda para nada, puedo ingeniármela yo sola.

—¿Estás segura? Porque mira, ni a patadas eres Hulk como para mover ese auto o tan siquiera lograr encenderlo, además te vas a congelar si te quedas aquí.

—¿Y? Si me muero no te incumbe, así que vete.

—Aria, entra al auto. Llamaré a una grúa para que saque tu auto de ahí y lo deje en donde sea que vives.

—Clinton, te dije que no quiero tu ayuda.

En ese instante me doy la vuelta para dirigirme al auto —aunque sé que no puedo entrar— escuchando como este bufa, sin embargo, luego de un segundo siento como su mano me toma con fuerza llevándome con dirección al suyo.

—¡Suéltame! ¡Atrevido! ¡Déjame! —grito mientras hago el intento de zafarme de su agarre, pero para mí desgracia los intentos se vuelven en vano ya que él es más fuerte que yo.

Dejo de resistirme solo por el hecho de que la idea de que podré llegar al trabajo a tiempo si el me lleva pasa por mi mente, dejando a un lado mi orgullo y dignidad me adentro al lujoso auto llenándolo de lodo y agua.

Veo cómo rápidamente Clinton se adentra en el, sin decir absolutamente nada y en segundos nos encontramos en marcha alejándonos del lugar mientras observo por la ventanilla a mi pobre auto quedar ahí estancado en el barro bajo la lluvia, esperando a que no le suceda nada malo como a mí, si le pasa algo juro que mato a Clinton, pienso.

¿Quién es Clinton?

Nahh, nada más es un descerebrado engendro del demonio, mujeriego desde que tengo memoria, arrogante, egocéntrico, superficial, insoportable, mentiroso, presumido y muchos otros sinónimos, y sí, todo eso lo ha sido desde su nacimiento, creo yo.

No lo veía desde que ambos salimos de la secundaria, ambos asistimos a diferentes universidades sin embargo veo que él (de alguna manera) ya terminó su carrera y le ha ido bien, muy por el contrario de mi situación.

Él y yo nunca nos llevamos bien, siempre hubo rivalidad entre ambos, además de que siempre me molestaba. Imagínense estar con la misma persona que te molesta y te hace sentir mal toda tu infancia y tu adolescencia, eso es lo que yo pasé. Él siempre buscaba la manera de hacerme sentir mal, hacerme bromas pesadas o meterme en problemas... claro que él no se libraba de mí, ya que yo solía hacer lo mismo cuando él me molestaba, era algo así como una relación recíproca, él me molestaba y detestaba y viceversa.

Recuerdo que mi apodo era cerebro de pelusa, a ver ¿en qué mundo alguien llama así a una persona? Y es que ¿Qué sentido tiene ese sobrenombre? Nunca comprendí el sentido de eso, aunque se suponía que era porque era la nerd del salón y porque mi cabello siempre fue un desastre y de ahí el nombre, pero nunca le vi el sentido, sin embargo, si me hacía sentir mal.

Como no lo veía desde hace años me fue muy impresionante ver su aspecto, nunca pensé que el descerebrado fuese a tener éxito, él siempre fue de las personas populares que se ligaban a todo lo que se movía y el de las calificaciones más bajas, aunque nunca supe cuáles eran sus calificaciones en específico, pero lo deduje ya que todos los años debía repetir los exámenes, por eso mi gran asombro, pues luce como hombre de revista y su auto parece valer una fortuna ¿cómo es que el idiota logró todo esto?