Cómo mierda iba a saber que la vela la usaba para calentar la cuchara y derretir el ácido. ¿Cómo mierda iba a saberlo?

—Fue antes de que me ingresaran a la clínica—Harry finalmente se hizo a un lado para dejar pasar al alfa y lo guió hasta el sillón de la sala (recordó la primera vez que Raphael había estado ahí y como terminó) (su omega deseó que aquello terminara como con el beta).— Yo quería mantenerme limpio por ti, pero no podía detenerme solo, Harry. Necesitaba ayuda y te iba a arrastrar a mi desastre. Así que te dejé ir.

—Lo habría entendido si tan solo me lo hubieras explicado.

—No era nuestro tiempo... Harry no solo perdí el olfato—el rizado frunció el ceño confundido.— Me perdí a mi mismo y me tomó un año entero encontrarme.

—¿No puedes olerme?—una vez más, el ojiverde haciendo las preguntas que realmente no quería hacer por no saber cómo preguntar lo que quería

Recuerda todas las veces que un hilo de sangre le bajó por la nariz y se pregunta si aquello fue una consecuencia de las drogas.

—No del todo—negó—, en especial porque siempre lo estás ocultando—bufo un poco molesto, sin realmente enojarse—, pero puedo sentirte.

—¿Qué?—preguntó sintiendo que ya sabía la respuesta

—Es como si me envolviera tu aroma, no puedo verlo ni olerlo pero lo puedo sentir y sé que eres tu. Y también cuando me tocas—puso sus codos sobre sus rodillas y dejó caer su cabeza.

Harry recordó el día de la fiesta de Mila cuando tomó la muñeca de Louis (cuando este estaba tratando de intimidar al beta) y sintió el toque casi electrizante. Era como si...

—No entiendo lo que sea, es increíble y aterrador al mismo tiempo...—levantó la vista y la fijó en Harry

El rizado creía tener una idea de lo qué era, su padre le había contado historias aunque nunca las creyó reales. En especial porque sabía exactamente a lo que se refería el castaño, se sentía igual.

—Está bien—Louis parpadeó lentamente sin saber de qué hablaba.— Italia... iré—el alfa abrió los ojos con sorpresa y sonrió como un niño abriendo regalos en Navidad.

—Genial.

Silencio total (bueno, tanto silencio como puede haber en una ciudad como Nueva York).

—Uhm... ¿Louis?

—¿Sí?

—Ya puedes irte...—señaló la puerta y el ojiazul se levantó con rapidez

—Ah sí, cierto—se dirigieron a la puerta y Harry la abrió por él.— Entonces... ¿nos vemos pronto?

—Adiós, Lou.

Y le cerró la puerta en la cara con una sonrisa divertida, aspirando la esencia del alfa y sintiendo una punzada en el corazón al saber que Louis no podía percibir la suya.

—¿Qué estoy haciendo, joder?—recargó la frente en la puerta y cerró los ojos, repasando en su mente lo que acababa de pasar

Se pellizcó para sacarse de dudas (no sería la primera vez que sueña a Louis irrumpiendo en su apartamento, aunque suele concluir de forma diferente; usualmente en la cama). Y cuando la piel roja le ardió y él seguía parado ahí con un pez nuevo nadando en agua limpia, supo que todo había pasado.

Qué débil era.

¿Por qué siempre cuando se trataba de aquel alfa caía tan fácil? Lo detestaba tanto.

Harry lo había perdonado hace días, lo entendía y estaba bastante orgulloso de su ex novio; pero quería hacerlo sufrir un poco (le gusta la venganza, es un poco maldito y un gran hijo de puta) antes de decirle algo a Louis.

Italia sería interesante con su nuevo novio y el anterior, pensó.

O tal vez, el tiro le saldría por la culata.

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n/a: jiji quiero ver el mundo arder

^este es el pez que le dio louis a harry, es un beta, también conocido como pex luchador  de siam :)

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^este es el pez que le dio louis a harry, es un beta, también conocido como pex luchador  de siam :)

Fire On Fire [larry stylinson]Where stories live. Discover now