Capítulo 39

959 75 70
                                    

Nota del traductor:

Oh, rayos, este capítulo está tarde, ¡pero! está también bastante largo, así que espero que al menos eso balancee un poco la tardanza. Además de que puede haber algo adorable en este capítulo. Ya veremos, ya veremos.

Ya no escribo más porque abajo hay una nota bastante larga, ¡disfruten!

Tú y yo nos enamoraremos. (Capítulo 39)

Tal vez lo más increíble acerca de Bielorrusia no era que hiciera un desastre la casa de USA en un ataque de celos, sino que dejara tantas secretas y sucias sorpresas por todos lados; las botellas de agua llenas de cloro eran el ejemplo favorito de qué tan jodidamente loca estaba ella. Era bueno que el olor era demasiado fuerte como para confundirlo con algo digerible y que todas las tapas de las botellas estuvieran rotas como signo de que algo había ido mal.

Así que, mientras dos hombres estaban trabajando en reemplazar la puerta principal y Rusia continuaba recogiendo varias cosas rotas para que las catalogara, USA se encontraba revisando todas las cosas hasta el mínimo detalle para asegurarse de que no hubiera más trampas. Ya para el mediodía, había revisado la casa desde los cimientos hasta el techo dos veces, todas las cosas rotas habían sido limpiadas y la puerta estaba como nueva; todavía habían signos del abuso que su pobre hogar había tenido que aguantar, cosas que debía mandar a arreglar y eso, pero no había sido tan malo como pensó la noche pasada. Aunque todavía lo dejaba sintiéndose deprimido.

Con un suspiro se lanzó en el mueble, mirando su sala de estar: la televisión estaba rota y ni siquiera era demasiado vieja... con esta imagen, USA se frotó las sienes sintiendo una punzada de fastidio, al menos ella no había tocado sus consolas de video, ni encontrado su colección de películas o entonces sí que habría pegado el grito al cielo.

Rusia se encontraba observando a USA desde una corta distancia, la noche pasada habían dormido en la misma cama, pero él no se había atrevido a acercarse al muchacho y éste tampoco se había acurrucado hacia él por primera vez en busca de calidez. Aunque Bielorrusia los había distraído de su reciente resquebrajamiento en proceso, se sentía como que hubiera sido arreglado superficialmente y que no todo estaba perdonado ni olvidado.

Por un momento se mantuvo pensativo, intentando encontrar una forma en que pudiera cerrar el vacío que se había formado, mientras animaba a Alfred al mismo tiempo: al principio ninguna solución se le vino a la mente y consideró el llamar a Italia para que lo aconsejara y de repente un fragmento de información proveniente de Lituania le vino flotando a sus pensamientos. Tramó un pequeño plan en ese instante, esperando que funcionara.

Caminando en silencio hacia USA, Rusia se sentó a su lado en el mueble, mirándolo expectante.

"¿Sí?" – preguntó finalmente el más joven, luego de un momento de intentar ignorarlo. - ¿Hay algo que te pase por la mente, Iván?

"Alfred... has estado trabajando todo el día, como lo he estado haciendo yo también, esto fue hecho por mi hermana, lo que me hace parcialmente responsable, así que me gustaría reparártelo con un pequeño gesto. De forma que si estás interesado, ¿podríamos salir en una cita? Te invitaré un helado."

USA, quien estaba determinado por completo a hacer a Rusia arrepentirse por sus duras palabras, olvidó completamente su plan en un momento de felicidad pura.

"¿Helado? ¡Sí! ¡Vayamos a comer helados!"

En un instante USA estaba levantado en sus pies y halaba a Rusia para que hiciera lo mismo, a lo que accedió, dejando que el muchacho lo halara de manga hacia delante, como un cachorro impaciente. Pero qué cambio de humor tan instantáneo, Rusia hizo una nota mental de que debía hacer algo por Lituania, para agradecerle la valiosa información que le había dado acerca de la joven nación.

Tu Y Yo Nos EnamoraremosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora