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Capítulo 21: Magia entre melodías

Al salir el sol, Owen permaneció en su cama por más tiempo del que solía acostumbrar en los fines de semana. Sólo se quedaba mirando el techo o intentando conciliar el sueño aunque sea por unas horas más antes de realmente tener que levantarse.

Aunque...cuando lo pensaba bien ¿Por que debería levantarse? Ya había hecho sus tareas, había lavado los platos la noche anterior, la casa estaba en buen estado, entonces... ¿Que me impedía volver a cerrar los ojos y soñar cosas lindas a la espera de la noche?

"Mi bello Owen..."

Oh, si...era eso. Pocas palabras que habían sido las causantes de su ahora estado de angustia y confusión.

"Se sólo mío"

Al reproducir esas palabras en su cabeza nuevamente supo que volver a dormir no estaba dentro de sus posibilidades cercanas. De modo que con un suspiro cansado se incorporó y sentó al borde de la cama, para después frotarse los ojos con sus nudillos para apartar el sueño restante y, con un leve quejido, pasó a estirar sus brazos y espalda hasta estar satisfecho.

Tras asearse, salió del baño con sus cortos shorts deportivos de color negro junto con una camisa del mismo color manga larga, que el consideraba su favorita para andar por la casa por la comodidad y suavidad de la tela, a pesar de quedarle un poco grande.

En el momento en el que iba a dirigirse hacia la puerta de su habitación para abrirla, está de abrió primero, dando paso al hombre que había pronunciado sus deseos en sueños la noche anterior, y que se presentaba ante él esa mañana con una expresión algo agitada o incluso inquieta. Parecía que iba algo tarde para el trabajo.

- Hola, Owen -le dijo- Buenos días

- B-buenos días -respondió observando cómo Liam se acercaba para después depositar en su frente un pequeño beso, en forma de saludo. Cosa a la que no supo cómo responder.

- ¿Te sientes bien? -le preguntó su hermano alzando su mano para tocar la frente del joven. Sin embargo, antes de poder hacerlo este esquivó su tacto echándose pasos hacia atrás. Liam lo miró incrédulo- ¿Owen?

Al mencionado le costó unos minutos contestar.

- L-lo siento, yo... -titubeó igual de incrédulo buscando la forma de no dar una mala impresión a Liam- Yo...sólo tuve una pesadilla -desvío la mirada sintiéndose algo incómodo con el modo en el que Liam lo miraba en ese momento. Confundido, suspicaz, preocupado, de una manera en la que con la mirada le suplicaba a su alma saber lo que había detrás. Pero no lo iba a decir, por obvias razones.

Pensó que su hermano lo aceptaría y se daría la vuelta para irse a su trabajo, pero en vez de eso sintió un cálido toque en su mejilla, haciéndolo levantar la mirada más sorprendido que antes, sin embargo, no se alejó. Ni siquiera cuando Liam acercó sus labios para depositar un suave y cálido beso en su mejilla, sin embargo este sintió un poco más cercano de la comisura de sus labios de lo usual, haciendo a su corazón acelerar como loco, para después mirarlo directamente a los ojos, y con una voz calma repetirle lo mucho que lo amaba y le importaba.

- Si quieres hablar de ello, solo dilo y te escucharé como siempre lo he hecho. Sabes que puedes confiar en mi -seguido dibujó una pequeña sonrisa en sus carnosos labios.

"Se sólo mío"

Se removió algo inseguro pasando su peso de un pie a otro, y exitosamente disimuló su inseguridad. Luego alzó la mirada e hizo un esfuerzo para dibujar una pequeña sonrisa en sus labios, ahora algo hinchados por la menta de la pasta de dientes.