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Capítulo 10: De vuelta a la universidad

Mi recuperación fue rápida, el martes ya me pudieron dar de alta. Antes de irnos Liam tuvo que ir a firmar unos papeles con el Dctr. John, mientras yo me cambia de ropa a una casual y no de hospital, la gloria para mí. Justo cuando terminé, alguien llamó a la puerta, pensé que podría ser Liam, ya que había cerrado con seguro la puerta para que nadie entrara mientras me vestía, así que fui a abrir, más me sorprendí al ver quién era.

-¿D-Dean? -la impresión se hizo notar en el rostro de ambos por igual.

-¿Owen?

-¿Que haces aquí? -le pregunté dejándolo pasar al interior de la habitación.

-Trabajo aquí -respondió ubicándose en frente de mi- Soy enfermero -aclaró.

En efecto, él traía el uniforme correspondiente junto con un portapapeles con varios notables documentos en la mano.

Dijo que quería ser doctor cuando se graduara...seguro así está empezando...

-Oye -de repente su voz me saco de sus pensamientos- ¿Qué fue lo que pasó el sábado? -su tono pasando a ser más serio al igual que su mirada, junto con el solo recuerdo de lo ocurrido me hizo revolver el estómago.

-¿Q-que?... -retrocedí unos pasos, no queriendo responder.

-Él sábado, estás aquí por eso ¿Cierto? -y tenía toda la razón, me sorprendía su llegada a esa conclusión.

-Y-yo...

Mi interior se agitó al recordar aquello. Con pesar bajé la mirada y con levedad asentí, sin poder mirarlo directamente.

-¿C-como te enteraste? -le pregunté con un hilo de voz a penas.

-Nuestra universidad no es muy conocida por ser discreta -su tono de voz me hizo saber que a él tampoco le gustaba ese hecho que acababa de mencionar.

-Oh...ya-ya veo -bajé la mirada nuevamente ante la noticia.

Dean se tomó unos minutos para después preguntar:

-¿Vas a volver? -sus ojos de alguna forma parecían pedirme una respuesta afirmativa.

Sinceramente la pregunta me tomó desprevenido. Si bien no me gustaba el curso que habían tomado las cosas, no podía negar que aún tenía ese deseo de querer seguir adelante, no darme por vencido. Porque algo de lo que si estaba seguro, es que no quería pasar más tiempo oculto tras los muros de mi casa, con tutores privados, visitas a otros lugares bellos del mundo por medio de una pantalla, días y noches solo estudiando o simplemente no haciendo nada cuando mi hermano estaba en el trabajo y la casa en total soledad, conmigo adentro. Sabía que no quería seguir con eso, y eso, era suficiente.

Con calma me dirigí a la mesa de noche, solo para no verlo a los ojos, entonces apoyé mi mano en la madera pulida y formulé mi respuesta.

- Si, lo haré

Apesar de haber usado un tono de voz suave, aún se pudo sentir la seguridad que sentía en cada palabra.

Ante mi respuesta, Dean pareció ocultar su alivio, pero el brillo de emoción que destelló en sus ojos no pasó desapercibido ante mi, seguido se me acercó y entonces me miró a los ojos directamente. No pude evitar ponerme un poco nervioso.

-Entonces me quedaré a tu lado... Ya sabes, para que nadie te moleste -su tono fue amable mezvlado con la sonrisa perfecta que se formó en sus labios- ¿Te parece bien?

Un poco sorprendido asentí. No pude evitar sonreír levemente. Dean me devolvió la sonrisa de igual forma. Por unos minutos nos miramos directamente, hasta que el momento empezó a hacerse un poco incómodo para mí. Dean pareció notar mi incomodidad, de modo que también reaccionó y se echó para atrás y luego, carraspeándo un poco dijo: