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Capítulo 18: Loco de amor

Sus labios se habían unido con suavidad a los suyos, como para probarlos, después se separó unos milímetros para mirarlo a los ojos y volvió juntarlos, está vez más confiado. Al momento sintió como empezaban a moverse sobre los suyos con una lentitud que lo volvía loco. Tantos nervios y el sentimiento de que estaba haciendo algo extraño, teniendo sensaciones extrañas que nunca antes había sentido. Tal vez porque nunca antes alguien lo había tratado así.

Tan delicado.

Dean bajó su mano hasta posarse en la tentativa curva de su cintura mientras la otra la usó para mantenerlo cerca de él.

-D-Dean... -soltó en un jadeo casi inaudible.

Sus cejas curveadas hacia arriba y sus ojos fuertemente cerrados eran prueba del revoltijo de sentimientos que estaba sufriendo en su interior. La primera vez que lo habían besado fue espantoso y forzado, una de las muchas veces que alguien intentó tomar su inocencia a la fuerza, por ello esta sensación tan potente y estremecedora le resultaba algo atemorizante, pero al mismo tiempo algo reconfortante. Dean lo acariciaba con tal cautela, como para no querer asustarlo, y no lo hacía, pero no creía que lo estaba pasando realmente fuese real. Pensaba que en cualquier momento despertaría y se daría cuenta de que realmente se estaba volviendo loco. Pero al sentir los labios de Dean presionar más fuerte los suyos, llevando al beso a un nivel más subido de tono, supo que no era así. Dean, su amigo, lo estaba besando.

El mayor había dado unos pasos hacia él para enterrar su pequeño cuerpo entre sus fuertes brazos y tomar su nuca con más firmeza, con obvias intenciones de no querer dejarlo escapar. Sus labios acaparando en su totalidad los suyos.

-O-oye... -murmuró nervioso entre los labios del otro- Hay que parar...no está -otro beso- no está bien

-¿Qué no está bien? -susurró entre sus labios para volver a tomar posesión de ellos. El chico entre sus brazos estaba temblando y buscando bocanadas de aire que no llegaban gracias a la persistencia de su amigo.

A Owen le tomó un segundo responder mientras tomaba aire.

-Eres mi amigo, que me beses es...es -tartamudeó ahora por la vergüenza- Es raro, no sé si esto está bien -finalmente se separó poniendo sus manos en el pecho contrario.

Dean procesó por un momento sus palabras. Con su mano le subió el mentón para que lo viese, admirando su bello rostro ahora todo sonrojado y su respiración algo agitada, entonces susurró.

-¿Está mal besar a la persona que quiero? -preguntó pasando sus manos por la línea del mentón. Un sentimiento salvaje invadiendo los suyos.

Ante aquella interrogante no supo como responder. Bajó la cabeza avergonzado y con la mente en blanco, sintiendo renovadas caricias en su espalda, subiendo a su rosada mejilla. La respiración de Dean cada vez más cerca. Pero antes de recibir otro roce con sus labios cerró los ojos, y con su delicada mano cubrió los labios de su amigo, deteniéndolo. El mayor abrió los ojos sorprendido al sentir su tacto.

Por un momento hubo silencio, mientras Owen mantenía la mirada gacha, Dean lo veía intentando descifrar sus expresiones, hasta que el más pequeño habló.

-No está bien Dean...-le dijo sin mirarlo a los ojos.

La mirada del otro no fue de sorpresa, mantuvo una expresión inescrutable en todo momento.

-¿Por qué? -sin embargo preguntó ladeando la cabeza.

-Porque somos amigos, y-y yo...nunca he sentido algo así por alguien. Nunca me he enamorado de nadie, y desconozco totalmente las emociones concernientes a ello. Por tanto no sé cómo dirigirme en esto, y no se como responderte, ni como sentirme -lo miró con tristeza en sus ojos, pero hablando rápido como sacando todo aquello que había mantenido oculto en su interior- Por eso no...no puedo hacer esto... Lo siento, Dean -bajó otra vez la mirada, nuevas lágrimas formándose en los cielos de sus ojos. Pronto una se derramó por su roja mejilla.