jenlisa; oneshots

1 in 10.000 - ACT III;

Tienes que vivir tu vida 10.000 veces...

...para sólo tener una oportunidad de conocer a tu alma gemela en una de esas vidas.

Si las probabilidades están en tu contra...

...¿cuál es el sentido de amar?

***

10 AÑOS DESPUÉS

Yacía la noche en Seúl, montones de luces y ruidos llenaban la ciudad a cada segundo. Una morena se encontraba en un bar-restaurante bastante concurrido, pidiendo algo rápido para comer. Todo se sentía diferente esta vez.

No era la misma ciudad. 

No sin ella.

Paseó por las estruendas y frías calles, incluso bien abrigada y con su gran melena que la envolvía, podía verse el vaho que desprendía su respiración. Entró a un edificio para hacer unas gestiones, hacía tiempo que no volvía a pisar esta ciudad y necesitaba volver a estar igual de antes.

Bueno, nunca podría estar igual.

Después de unas horas terminó y se dirigió al aparcamiento donde tenía un elegante Mercedes-Benz negro, pero antes sacó un cigarro del bolsillo y se lo colocó entre sus labios, ahora en busca del mechero mientras se dirigía a la calle a tomar el aire.

Pero hubo algo que la detuvo. O más bien, alguien.

Justo en ese momento entró una chica alta y esbelta corriendo deprisa y torpemente al párking; esta vez no tenía el cabello rubio, lo portaba negro y corto estilo bob, su flequillo recto seguía prevaleciendo en su rostro.

Ambas se miraron a los ojos fijamente durante largos segundos, a la vez que sus latidos aumentaban de ritmo.

***

Las dos mujeres se encontraban ahora apoyadas en una de las columnas del párking, atrapadas en un incómodo silencio.

— Realmente han pasado diez años, ¿eh? —Lisa rompió el silencio— La verdad es que pensé que nos encontraríamos antes, pero... wow, nos ha tomado mucho tiempo. —La todavía más alta la miró, buscando una respuesta— ¿No volviste a Seúl después de la universidad?

Jennie devolvió la mirada, sacudiendo la cabeza. 

—No —Sonrió ladinamente— Después de graduarme me fui directa a Italia, Milán, concretamente. Ya sabes que una de mis pasiones era la moda. —Dijo orgullosa, mientras Lisa asintió con la cabeza— De hecho, esta es la primera vez que vengo a Corea después de diez años.

— Ah, ya veo. —Lisa se relamió los labios, y después de unos segundos, observó lo que llevaba Jennie en la mano— Aunque parece que volviste de allí con esos malos hábitos de nuevo. —Señaló el cigarrilo con la cabeza—

Jennie rió bufando con la nariz, mostrando aquella sonrisa gumosa que tanto le gustaba a Lisa.

— ¿No has cambiado en absoluto, verdad? 

Lisa le devolvió la sonrisa.

— ¿Y tú?

La mayor tragó saliva esta vez, mirando para otro lado. Lisa siempre conseguía intimidarla con la mirada, incluso aunque estuviera sonriendo como una idiota. Se mordió el labio inferior para contenerse.