Post Revelación

704 51 71
                                    

—¿Mari, estás bien?

Toqué la puerta otra dos veces. Esto me preocupaba, Marinette se encontraba ahí dentro vomitando, otra vez. Ya hacia un par de días que le pasaba esto; estábamos tranquilos recostados en mi cama y aparecía Plagg con un pedacito de queso y ella  salía disparada al baño.

«¿Será que este nuevo queso de Plagg es mucho más oloroso?»

Quizá, y sólo yo no lo siento por estar acostumbrado a ese olor hace años.

Salió un poco pálida y con una mano en el estómago.

—Mari.—tomé su rostro entre mis manos, sus ojos estaban llorosos por lo que había pasado—. Me preocupas, Bichito, deberíamos ir s un médico.

—Estoy bien, Adrien.—suspiró—. Es sólo algo que me cayó mal.

—Estas así hace días; esto no es un simple malestar.

—Exageras.—rodó los ojos—. Solo fueron un par de veces.

—Sí y que un par de veces vomites o como ayer en la oficina casi de desmayes no es normal.  Así que deja de discutir y vamos al médico ahora mismo.

—No quiero.—chilló—. Estoy bien.

—Lo digo porque te amo, Marinette...por favor, no sé que sería de mí si algo te pasara.—besé su frente—. Eres mi vida entera.

—Bien...vamos a...

—¿Adrien?—Nathalie tocó la puerta. Fui a abrirle con Marinette siguiéndome—. Oh, Marinette.—nos miró a ambos sorprendida—. ¿Interrumpo algo?

—No, tranquila.—respondí.

Aún le resultaba extraño tal vez el vernos juntos, pero hacia ya casi un mes que lo anunciamos y mi padre—para mi sorpresa—no lo tomó mal. De  hecho se alegró porque Marinette y yo estemos juntos.

—Qué se te ofrece, Nathalie.

—Tu padre agendó una sesión de fotos para ti mañana y me mandó a llevarte a la empresa para que te pruebes los trajes y así tenerlos listos para mañana.

—Bu-bueno es que primero...—miré a mi princesa, la verdad estaba preocupado por ella y lo primero que quería hacer era llevarla al médico.

—Ve, Adrien.—musitó—. Mañana podemos ir ¿si?

—¿Ir a dónde?—se interesó Nathalie.

—A un lugar. Bueno vamos.—seguimos a Nathalie al primer piso, ambos tomados de la mano.

La secretaria de padre recibió una llamada y al instante de alejo de nosotros para contestarla.

—¿Segura estarás bien?—susurré, ella asintió—. ¿Quieres que te llevemos a casa?

—Un día no es nada, Adrien, ya mañana iremos al médico como quieres y todo estará bien. Ya verás que solo son exageraciones tuyas.

—Prefiero que el doctor me diga eso.

—Marinette.—llamó Nathalie—. El señor Agreste quiere reunirse contigo, así que vamos de una vez que el auto nos espera.

Una vez que llegamos a la empresa nos separamos y no pude evitar tener un sentimiento todo el día, el cual empeoró cuando cada mensaje que le envié a Marinette cuando terminé mi trabajo no lo leyó.

Pregunté su hora de salida y fue casi unas dos horas antes que la mía y fue porque no se sintió bien, le llamaba y no contestaba, fui a su casa y sus padres me dijeron que pasaría la noche con Alya. No conocía la a casa de Alya pero tampoco quería que los padres de Marinette se preocupen por mi desesperación de buscar a su hija, así que me marché a mi casa, ella venía a visitarme siempre, tal vez se escaparía de su amiga para venir a verme y decirme el porqué de su actitud.

Lᴏᴠᴇʀ Oғ Mɪɴᴇ  ❤︎Ladrien/ Adrinette [Semi AU]Where stories live. Discover now