7. Entrevista.

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Narrador.

Octubre comenzaba con mucho amor.

Joaquín y Emilio se encontraban en el mejor momento de su relación.

Después de su cena romántica, todo había estado fabuloso. Se sentían en una burbuja de amor que nadie podía explotar.

—Despierta, dormilón. —dijo Joaquín en el oído de Emilio.

Emilio tenía varias entrevistas muy temprano, por lo que necesitaba levantarse en ese momento.

—No. —dijo Emilio volteándose al otro lado.

Joaquín comenzó a reír.

—Amor, se te hará tarde. —dijo Joaquín.

Emilio.

Después de escuchar a Joaquín pidiéndome que me despertara, hice caso y volteé a verlo.

—¿Cómo dormiste? —preguntó Joaquín.

Sonreí al instante al recordar el sueño que había tenido.

Había soñado que le proponía matrimonio.

—Mm, parece que fue un buen sueño, ¿no? —preguntó Joaquín.

Asentí.

—Muy bueno. —sonreí.

Me acerqué a él y me subí a su pecho. Comencé a repartir besos húmedos por su cuello y Joaquín soltó un jadeo.

—Bebé, se te hará tarde. —dijo Joaquín.

Mordí el lóbulo de su oreja.

—¿Nos bañamos juntos? —susurré en su oído.

[...]

Después de ducharnos juntos y salir del baño, comenzamos a arreglarnos.

—¿Esta camisa está bien? —pregunté a Joaquín enseñándole la camisa gris.

Joaquín asintió mientras sonreía.

—Con esa camisa te ves tan guapo. —dijo.

Sonreí mientras mis mejillas se sonrojaban.

Nos arreglamos en silencio y cuando bajamos a la cocina y desayunamos algo rápido, escuché que el carro de Luis se estacionaba afuera.

—Me voy, amor. —dije acercándome a Joaquín para darle un beso.

—Suerte, corazón. —dijo depositando varios besos en mis labios— Te amo.

—Yo a ti. —dije sonriendo y salí de casa.

Entré a la camioneta y saludé a Luis.

—¿Listo para romperla en las entrevistas? —preguntó feliz.

Joaquín.

Cuando salí de mi primer grupo, me dirigí a la oficina del director.

—¿Cómo se ha sentido, profesor? —preguntó el director.

Sonreí.

—Muy bien, la verdad es que tengo excelentes estudiantes. —dije.

—¿No lo intimidan por la edad? —preguntó.

Negué.

Sabía que le llevaba muy pocos años a mis estudiantes, pero sentía que todos nos sentíamos cómodos y que estaba haciendo las cosas bien.

—Me parece excelente. —dijo.

Me pidió las evidencias de unos trabajos y después de platicar un poco más, salí de la oficina para dirigirme a mi siguiente y último grupo del día.

Cambios. | EmiliacoWhere stories live. Discover now