Mistake #25

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Al día siguiente...


En el umbral de la puerta de la habitación de Donghae, Heechul se cruzó de brazos estudiando la situación. Dentro, se encontraban Leeteuk y Kangin haciendo preguntas a Donghae, pero éste a penas contestaba con monosílabos. 

A pesar de ser casi media tarde, Donghae todavía permanecía recostado en su cama. Su semblante era depresivo, sus ojos lucían permanentemente vidriosos y apenas había probado bocado a pesar de la insistencia del líder. Leeteuk y Kangin estaban preocupados. Heechul sabía lo que sucedía, pero no podía ventilar los asuntos de Donghae y Hyukjae como si nada. Agregado a eso, los demás andaban de curiosos, apiñados detrás de Heechul parando la oreja y tratando de ver lo que ocurría en la habitación. Estaban casi todos allí reunidos. Solamente faltaba Hyukjae, pero éste había salido al mediodía del departamento. 


—¡Yah! ¡¿No tienen cosas qué hacer?! —exclamó Heechul perdiendo la paciencia.


Los demás salieron corriendo por el grito. Leeteuk y Kangin intentaron hablar otro poco con Donghae, pero el menor quería que lo dejen solo, por lo que salieron de la habitación más preocupados que al principio.


—¿Tal vez debería llamar a un médico? —preguntó el líder estrujando sus manos.


Heechul negó. 


—Déjame hablar con él en privado.


Leeteuk y Kangin asintieron. Heechul entró a la habitación y cerró la puerta. En silencio se acercó a Donghae y se sentó al borde de la cama. Su menor le observó desde su lugar. Sus ojos se notaban llenos de lágrimas contenidas y dolor.


—¿Sabes? Hace unas semanas entré a la habitación de Hyukjae y lo encontré en las mismas condiciones: tirado en la cama, deprimido y desesperanzado —comentó Heechul observando la luz tenue que se filtraba a través de las cortinas. No hacía falta ver a Donghae para saber que había captado su atención—. Estaba llorando también, con el corazón roto porque un chico torpe al que él quería mucho no le hacía caso. Ese chico eras tú, Donghae.

—¿Lo sabes? —susurró sin aliento su dongsaeng. Heechul asintió. Las lágrimas no se hicieron esperar. Donghae sollozó compungido—. Yo nunca quise lastimarlo.

—Pero lo hiciste. Lo lastimaste y te lastimaste en el mismo proceso.

—Soy un tonto —se lamentó Donghae con la voz quebrada.

—¿Lo quieres de la misma forma en la que él te quiere?

—Sí, pero ya no importa —explicó dolido—. Él mismo lo dijo. Lo que yo sienta ya no tiene importancia porque él me olvidó.

—Nadie olvida de un día para otro, Pinocho —contrarió Heechul con una sonrisa.

—Pero él lo hará. Tuvo una cita con Gikwang. 

—Sí, y tendrá algunas más por lo visto —respondió Heechul sin reparo. Donghae se largó a llorar más fuerte—. Llorando no desaparecerán los problemas.

—No hay nada que hacer —se quejó Donghae entre lágrimas. 

—Siempre hay algo más que hacer, algo más que decir o algo más para dar. Nada cambiará quedándote en la cama todo el día, compadeciéndote de tu propia miseria. En cambio, si al menos lo intentas, entonces habrás hecho todo lo posible por recuperarlo. ¿No crees que Hyukjae merece ese esfuerzo de tu parte?

Encantadora torpeza [FINALIZADO]Where stories live. Discover now