18: Namárië

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   A pesar de que era primavera, aquella noche el frío congelaba a todos.

En lo alto de la montaña Lindon yacían todos los del castillo Targaryen, presenciando la triste escena.

En el centro de una pila de maderas se encontraba el cuerpo inerte de Ämbar mirando hacia el cielo; con los ojos cerrados y una mano posicionada en su corazón mientras sostenía sus dagas. La habían limpiado y curado su herida y para la cremación le colocaron un vestido blanco con un velo negro tapar su rostro.

Daenerys tuvo un Dèjá vú presenciando aquella escena. Negaba mientras tragaba con dificultad y su vista se nublaba de lágrimas que caían lentamente por sus mejillas. El frío azotaba su rostro, entraba por su boca y secaba su irritada garganta que aguantaba un gemido de dolor.

A su lado, estaba Legolas quien la tenía envuelta en sus brazos para consolar su dolor. La sacerdotisa de Asshai se encontraba con una antorcha en manos quien recitaba una oración por la elfa, Dany se safo del abrazo de Legolas y camino hacia la elfa, junto a ella la miró con tristeza: se inclinó y con sus labios temblorosos beso su frente dejando caer algunas lágrimas sobre el velo de la contraria.

Namárië "adiós" - murmuró, aquella palabra le causó tanto dolor que sintió su apuñalado corazón apretarse.

Soltó un sollozo y tomo la antorcha que la Sacerdotisa le entregaba.

— Aléjanos de la oscuridad, oh, Señor. Inflama nuestros corazones para que podamos recorrer tu camino luminoso. R´hllor, tú eres la luz de nuestros ojos, el fuego de nuestros corazones, el calor de nuestras entrañas. Tuyo es el sol que calienta nuestros días, tuyas las estrellas que nos guardan en la noche oscura... Señor de la Luz, defiéndenos. La noche es oscura y alberga cosas aterradoras. Ahora está humilde servidora tuya, que la muerte le ha llegado, subirá al Salón de la Luz junto a usted - hablo ella con firmeza y pesar. Daenerys inclinó la antorcha y prendió fuego las diferentes puntas de la pila de maderas quienes comenzaron a arder en un inminente fuego.

La platinada volvió a los brazos del elfo y este la envolvió en ellos, aferrandola con fuerza. Dany lloraba hundiendo su rostro en el pecho del rubio sin querer ver el cuerpo de su mejor amiga ser quemado.

— Lo voy a matar, Legolas. Lo quemaré hasta que su carne se vuelva ceniza y sus huesos ardan en el fuego. - decía entre dientes, apretando con fuerza su mandíbula. Odio e impotencia es lo que sentía y le disgustaba volver a sentirse así.

Legolas no dijo nada, solo acarició el cabello trenzado de la mujer y trato de transmitirle todo su apoyó. Cosa que Dany apreció en silencio.

   [...]

Daenerys había permanecido callada durante todos los días a partir del fallecimiento de la elfa, solo hablaba con Legolas y contestaba secamente las palabras de los demás. Su lado derecho se encontraba vacío en la fría sala del trono donde yacía en este. Miraba con tristeza este lado y embriagaba sus recuerdos en vino quedando poco a poco dormida en una forma poco cómoda.

  Las puertas se abrieron y pasos cautelosos se oyeron, Legolas se acercó a la reina, subiendo rápidamente las escaleras y quedando frente a ella a escasos centímetros. Vio su estado e hizo una mueca, tomo la copa de vino vacía que se encontraba tenuemente sostenida por la mano de la reina, colocó está en el piso y luego volvió a enderezarse.

Él con cuidado alzó de forma nupcial a la mujer como si no pesará nada, Daenerys balbuceo unas cuantas cosas y frunció el ceño en una mueca de dolor. El elfo al ver como se removía incómoda, la apretó más contra él.

MOTHER of DRAGONS - LEGOLAS GREENLEAF [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now