MOTHER of DRAGONS - LEGOLAS GREENLEAF [EN EDICIÓN]

capitulo 8: La última batalla

Daenerys no pudo comer adecuadamente, cosa que lamentó, pues solo pudo ingerir una manzana y algo de vino antes de la batalla. Vestía su vestimenta que normalmente iba debajo de su armadura puesto que está se había desgarrado cuando peleó contra los Nazgul y aquel dragón lastimó su brazo derecho. Solo llevaba una cota de malla debajo de su largo saco de cuero negro; de su cinturón yacía colgando su espada que se movía levemente al caminar elegante de la mujer.

Todos habían marchado ya, sin embargo, ella esperaba en el filo de la punta del precipicio de Minas Tirith esperando a su hijo. Aspiraba el aire que aún olía a la sangre que fue derramada en el antes enfrentamiento. Daenerys esperaba pacientemente a su hijo, sin embargo comenzó perder esta cuando no veía llegar a este a la hora prevista. Frunció el entrecejo y se dio la vuelta dispuesta a irse, no obstante escuchó el rugido que reconocía perfectamente. Se giró nuevamente mirando hacia el horizonte y ensanchó una sonrisa al ver a su hijo volar directamente hacia ella. Daenerys no dudo ni un poco y pego un salto al precipicio para caer en el lomo de su dragón e ir directamente a Mordor a gran velocidad.

Sus trenzas flameando en el viento iban, sus ojos estaban entrecerrados y su torso inclinado hacia delante guiando a Drogon con su mente e iba sujetándose a las largas escamas sobresalientes en el lomo de este.

Desde los cielos observó cómo abajo de ella estaban ya peleando, los orcos acorralaron en una circunferencia a los hombres. Entonces Daenerys inclinó aún más su torso haciendo que Drogon haga lo mismo y bajara a gran velocidad. A una distancia prudente de varios metros sobre la tierra, Drogon extendió sus alas planeando en el cielo rugiendo fuego alrededor de sus compañeros creando un círculo de fuego apartando a los orcos de los soldados. El dragón antes de aterrizar con sus extensas alas hizo grandes ventiscas que hicieron volar a varios Uruk-hai lejos de allí.

Él se posó sobre el suelo soltando un feroz rugido que retumbó por todo el lugar, de su lomo bajo Daenerys que una vez en el suelo pudo empuñar su espada perfectamente con su mano izquierda pues era diestra.

- ¡Angogon! "Morder" - ordenó Daenerys y su hijo comenzó a correr hacia los Uruk arrasando con ellos. Daenerys corrió hacia Aragorn embistiendo ágilmente a varios orcos que se interponía en su camino. Cuando llegó donde el hombre, ambos se pusieron espalda a espalda esperando a que los orcos vinieran.

- Llega tarde, mí señora - dijo él, mirando por sobre su hombro. Ella sonrío de lado en una mueca divertida.

- Me alegro haber llegado. - dijo y se abalanzó sobre un orco que venía directo hacia ella. En dos cortes: corto sus brazos y por último su cabeza. Él la miró de reojo y también sonrió de lado. Corrió hacia un orco y lo corto en dos tajos; ambos brazos, y luego una puñalada al corazón. Él miró desafiante a la platinada quien alzó ambas cejas asintiendo.

Comenzaron a competir. En eso se unió Gimli y Legolas.

Los cuatro comenzaron a contar cuantos orcos mataban.

- ¡59! - grito Legolas tras pegar una flecha en el cráneo de un Uruk. Gimli gruñó.

- ¡Ningún elfo me ganará! ¡57! - embistió con su hacha a un arquero.

Aragorn río - ¡60! - exclamó sacando su espada del pecho de un Uruk.

- ¡61! - Exclamó está vez la mujer quien había apartado su mano envuelta en fuego de la cabeza contraria; había quemado el cráneo de un orco hasta su muerte. Todos la miraron con una mueca asqueada. Ella solo río por lo bajo y miro a su hijo. Él había dejado el suelo para encargarse de los Nazgul y en destruir la puerta negra con su fuego. Dany arqueo una ceja al verlo; parecía un niño jugando con juguetes.