Nunca me dejes | Finge ser mi novia #2 [EDITANDO]

Capitulo 68

SERINA

El ambiente estaba mejor que antes, mejor dicho, mejor que los últimos días. Al parecer, Oliver y Charlie ya se habían arreglado, Mateo y Sam habían hablado sobre lo que estaba pasando entre ellos. Este juego no se estaba saliendo de control, al contrario. Creo que esto deberían aplicarlo muchas personas para aligerar el ambiente entre su círculo de amistad.

—¿Ya tardaron, no?— preguntó Thiago a mi lado. Yo regresé a ver a todos.

—Dejémoslos un rato más — dije yo.

—Serina.— me llamó Gabriela.

—¿Si?

—Tú— me miró entrecerrando sus ojos— ¿Sabes a que subieron ellos dos? — yo apreté mis labios— No se esperaron a que fuera su turno para el juego. Parece que Melanie quería decirle algo muy importante— regresó a ver a todos con determinación, yo hice lo mismo, al parecer todos nos habíamos dado cuenta de lo que pasaba, pues Gabriel estaba coqueteando muy descaradamente con Melanie. — ¿A Melanie le gusta Oliver?

— Empiezo a creer que eres muy tonta— le dijo Gabriel. Gabriela frunció su ceño.

—¿Gracias?

—Es que en verdad.— Gabriel se acomodó en su lugar— ¡Es súper obvio! Incluso yo— se señaló— hace unos días comencé a coquetearle a Melanie para que Oliver se diera cuenta, incluso hace un rato lo hice también. ¿No te diste cuenta?

Ella negó. — no estaba poniendo atención.

— Empiezo a creer que todos ustedes son unos idiotas— soltó. Yo lo miré ofendida.

—¿Idiotas?

—¿Estas bien de la cabeza?

—¿Por qué idiotas?

Todos comenzamos a reclamarle.

—Porque cuando se trata de algo relacionado con el amor no sé si en verdad se hacen los que no saben absolutamente nada o de verdad necesitan que alguien les diga a gritos que la persona que tienen en frente es la que los quiere de verdad y haría lo que fuera por ustedes. O sea, tampoco estoy diciendo que porque esa persona les ruegue a fuerza tienen que estar con ella, no— aclaró — me refiero a que como están tan cegados por alguien que no hace absolutamente nada por intentar algo con ustedes no se dan cuenta de la realidad. Y la realidad — hizo otra pausa — es que esa persona que los complementa es la persona que tienen en frente o tal vez está en otro lugar esperando por ustedes y realmente no es aquella que no les hace caso alguno y no da alguna señal de que sienta lo mismo — Hubo un silencio en la sala— ¿Saben cuantas ganas tuve de darle un golpe a Charlie, Oliver, Serina, Sam y Gabriela por no darse cuenta de absolutamente nada?—  dijo en tono borde, todos nos miramos, parecíamos perritos regañados — ¡Muchas! — exclamó sorprendiéndonos — ¿Y saben por qué no hice nada?— él nos miró detenidamente— ¿¡Lo saben?!— negamos rápidamente— porque quería que cada uno — dijo señalándonos — se diera cuenta de lo que pasaba, por eso digo que son unos idiotas, porque cuando esa persona deja de insistir es ahí — hizo una pausa— cuando se dan cuenta de que esa persona les falta en su vida. — Yo lamí mis labios y miré mis manos. Cuanta razón. — chicos, en verdad, basta de ser tan ciegos ¡por el amor de Dios!, en verdad, perderán muchas oportunidades si no abren bien los ojos. — No sólo yo estaba sorprendida por todo lo que había salido de su boca, es que ¡era Gabriel!, aquel chico que se la pasa bromeando y no toma nada en serio. — No me miren así — dijo con extrañeza tomando el vaso de agua que tenía a un lado suyo, le dio un sorbo y después volvió a dejar el vaso en donde lo tenía antes— No se los dije para hacerlos quedar mal, sólo lo dije porque los quiero.